El Nuevo Estadio tendrá que remontar
El Nàstic guarida|cubil 3-1 contra el Osasuna y se autoobliga a un gran resultado en Tarragona
El Gimnástico de Tarragona se tendrá que abonar a la épica después de caer, 3-1, en la ida de la eliminatoria de semifinales de la promoción de ascenso a Primera División. El gol de Jean Luc abre de lleno el abanico de esperanzas de una conjunta grana que mejoró mucho a la segunda mitad después de un primer acto en el cual los tarraconenses encajaron dos dianas en pelota parada. El tercero, de Kodro, en el 58,’ era prácticamente definitivo, de no ser por|para la aparición de Jean Luc, que puede ser determinante de cara al posible paso a la final.
Vicente Moreno sorprendió a la alineación con la entrada de Juan Muñiz. El asturiano entró como titular en la media punta, motivando la suplencia de Aníbal Zurdo. Así, adelantó|avanzó la posición Emaná, situándose como delantero centro. En|A las bandas|lados, Lobato y José Naranjo. La medular y la retaguardia, idénticas a las de las últimas semanas.
Peor no le podían ir las cosas al Nàstic a la primera mitad. Sin darse cuenta de ello, el conjunto tarraconense vio cómo los navarros se situaban 2-0 y ponían medio pie a la final de la promoción de ascenso. El duelo empezó con las fuerzas muy igualadas, con dos conjuntos que no querían perder la posición detrás y que, tímidamente, se iban acercando al área rival.
Ya empezó avisando en el minuto 11 el Osasuna, con un rasgo|tiro de De las Cuevas, que se marchó lamiendo el palo derecho de la portería de Reina. Torres entraba por la derecha, en el 14’ y, con la suya centrada, forzaba un córner. El gol de los locales empezaba a cocinarse.
Podría haber cambiado completamente el signo del partido José Naranjo, quien falló una ocasión, de forma inexplicable, en el 18’. Recibió una pasada interior, en el espacio, de Archille Emaná, pero controló muy mal y, a la hora de rematar, también se equivocó. Pero, a partir de este momento, los navarros se hicieron con el control del centro del campo, y protagonizaron una segunda mitad del primer acto en la cual hirieron casi de muerte el conjunto tarraconense.
Primero, fue con el 1-0. Gerard Valentín se equivoca al desviar una esférica en córner, aunque posteriormente se queja a los compañeros de que no le habían dicho que estaba solo. En el servicio de esquina, un jugador del Osasuna aparecía en el primer palo para peinarla y le caía el rebote a Merino, quien no perdonó y fusiló sin piedad Manolo Reina. No pudo reaccionar el Nàstic, que recibió una nueva vez ocho minutos después. El mismo Merino, en una nueva acción en pelota parada, situó el 2-0, que ponía las cosas muy difíciles en el Nàstic. El futbolista fichado por el Borussia Dortmund aprovechó que Reina desvió hacia el centro un remate de cabeza de David García en el sevei de lado para ampliar distancias.
Cambio radical
Mucho cambiaron las cosas a la segunda mitad, ya que el Nàstic fue el de los últimos partidos. Con mucha más mordida, obligada en gran parte por el resultado, el equipo de Vicente Moreno se tiró completamente al ataque. Tuvo el 2-1 en una acción en la cual Emaná no fue capaz de batir al portero rival depsrés de recibir una gran asistencia de José Naranjo. El africano llegó un poco forzado, y remató mal. Además, se encontró con Nauzet, que se había tirado muy bien en el suelo.
Y cuando mejor estaba el Nàstic llegó el tercero, lo que hundía gran parte de las esperanzas del Nàstic. Cuando|Cuándo más volcados al ataque estaban los tarraconenses, cuando mejor estaban los de Vicente Moreno, los navarros redondearon la goleada. Contraataque de libro que conduce Merino, quien la pasaba a De las Cuevas, quien asistía a Kodro y remataba, cruzado, batiente Reina. Vicente Moreno reaccionó inmediatamente, y dio entrada a Jean Luc y a Álex López. Cambió completamente el equipo grana, y el de Costa de Marfil fue completamente decisivo.
Casi era la primera pelota que tocaba Jean Luc en todo el partido. El menor extremo se desmarcó perfectamente dentro del área, y aprovechó una grande centrada rasa de Mossa por|para, de primeras, soltar la pelota y enviarla al fondo de la red. A partir de aquí, el partido esperado. El Nàstic volcado al ataque y el Osasuna esperando detrás, perdiendo el máximo tiempo posible y consiguiendo mantener a un 3-1 que los navarros celebraron, y mucho.