Crecer también en las graderías

La ilusión generada con el salto de categoría tendrá que traducirse en la gradería en la primera temporada a la Segunda División de la centenaria historia del CF Reus. El club de la capital del Baix Camp, que cerró el curso pasado con un total de 1.400 abonados, aspira a superar la cifra desde el fútbol profesional. El equipo con menos abonados la pasada temporada a la categoría de plata, el Llagostera, contaba cerca de 1.200. Lo sucedían el Alcorcón o el Numància con entre 2.500 y 3.000 seguidores de carné. La campaña para la 2016-17 arrancaba a principios de junio y ha incluido ventajas para premiar la fidelidad de los que ya estaban, y que pueden aprovecharlas hasta acabar el mes.

La directivano quiere fijarse una meta en cifras con respecto a la masa social, pero que la ciudad respira fútbol ya se pudo ver en el desfile que trasladaba a los artífices del ascenso hasta el Palau Municipal hace escasos días. En el frente del general Primcuelga todavía la bufanda colocada con el campeonato del grupo tercero de Segunda B y que ha dado lugar, justo en medio de la plaza, a escenas curiosas con la llegada de turistas: los guías que acompañan los grupos de visitantes que pararon integran el símbolo rojinegroa las rutas y hablan de «el equipo de fútbol más relevantede la ciudad, que acaba de hacerse alaba a la Segunda División donde ahora hay elZaragoza o el Córdoba».

Sin datos sobre la mesa, las previsiones son lo bastante buenas. Y con todo, habrá que tener en cuenta que la reforma que espera el Estadio no contempla, como mínimo a corto plazo, la ampliación de localidades. Hasta 4.500 están disponibles para los que no se quieran perder la materialización del éxito que se alcanzaba contra el Racing –con aquel global de 4-0 que culminaba David Haro y que abrió el nuevo capítulo que ahora empezará la entidad– y al ritmo del Shalalà. Edgar Hernández lo recuperó desde el Rosenborg para poner banda sonora a un ascenso que justoahora empieza a hacerse tangible. Con el cánticoen la cabeza, anotaría el gol que clasificaba matemáticamente el CF Reus para la disputa de un play-off que desembocaba en ascenso por la vía rápida. Y en celebración. Ahora tocará disfrutar desde el Estadio.