El CF Reus hará lejos de su Estadio la puesta a punto para el debut a Segunda
El club liga amistosos a domicilio para esquivar el cambio de césped de Tarragona 2017 que inhabilita el feudo en verano
La dirección deportiva del CF Reus ha empezado a trabajar ya en la preparación del estreno a la Segunda División, que tendrá lugar previsiblemente el fin de semana del 20-21 de agosto con el pistoletazo de salida a la competición. La vuelta al trabajo de la plantillarojinegra coincidirá este año, sin embargo, con el grosor de las obras de remodelación del terreno de juego del Estadio, que servirán también para adaptarlo de cara a los Juegos Mediterráneos de 2017. El Ayuntamiento sacó a licitación por la vía urgente, el pasado 31 de mayo y con un presupuesto de 439.296,76 euros más IVA, las que afectarán estrictamente en esta parte y que no serán compatibles con el uso del equipamiento. Los técnicos municipales calculan 15 semanas de trabajos por completar la fase de construcción y algunos días más, en los cuales el Estadio sí que admitirá actividad, antes de darlas por terminadas.
Con estos plazos sobre la mesa y a falta aunque las obras se inicien, el hecho es que, de hacerlo hoy, se alargarían hasta el 19 de septiembre, ya con la Liga en marcha. Para esquivar las consecuencias de la reforma, el club está ahora «mirando amistosos que podamos jugar fuera porque, con las obras, parece que no los podemos hacer en el Estadio», apunta al presidenteXavier Llastarri. Con respecto a los entrenamientos, y sin que el CF Reus lo haya confirmado todavía, estos se desarrollarían en parte en las instalaciones de Riudoms que la entidad ya había alternado a lo largo de la pasada campaña. Nada está del todo cerrado y habrá que esperar que el proyecto de Tarragona 2017 se empiece a materializar y la pretemporada se defina antes de concretar las posibilidades.
Con este escenario, sin embargo, todo apunta que la preparación del primer curso del CF Reus a la Segunda División A tendrá lugarlejos del Estadio. Con respecto a la competición, Llastarri reitera que «todo dependerá del momento que las máquinas hayan entrado en el Estadio para empezar a arrancar el césped. Parece que tiene que ir justo, pero será cuando sepamos realmente los plazos que tomemos una decisión u otra». El presidenterojinegro confía, con todo, que la remodelación del terreno de juego no implicará inconvenientesimportantespara el club y recuerda que «si poraquellas cosas, el primer partido de la temporada no se pudiera jugar aquí, se tiene que informar la Federación, seguir los diferentes pasos, y quizás intentar hacer un cambio para hacerlo a fuera», y subraya la voluntad de «no adelantarnosa los acontecimientos porque ahora mismo, realmente no podemos saber a ciencia cierta todavía cómo y cuándo irá todo».
Poder jugar en lluvia
Desde la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Reus destacaban, en el momento de anunciarlas, la complejidad de las mejoras, que no se limitarán únicamente al cambio de césped sino que tendrán que pasar por la excavación y retirada de las diferentes capas que integran el terreno actual, la composición de un nuevo sistema drenante, un nuevo sistema de riego, la recogida de las aguas y la conexión en la red, así como un nuevo pavimento perimetral de seguridad y nuevo césped natural.
La memoria del proyecto saca a la luz problemas de «ayuste» al césped y de «hongos», que vienen dados porla manera en que el terreno de juego fue construido, a finales de los años 70, y detalla que «el actual sistema de recogida de aguas se encuentra estropeado, siendo deficiente la evacuación que proporciona.» Las obras tienen que facilitar que «el terreno drene correctamente con el fin de poder jugar en lluvia» y que «el sistema de riego sea uniforme y eficiente». Algún episodio de aguaceros había llevado el CF Reus, también durante la temporada pasada, a tener que recurrirasoluciones de última hora con el fin de poder disputar la cita de la jornada. El plazo de ejecución que se contempla en el plieguede cláusulas hecho público cuándo se licitaron las obras de reemplazo del terreno de juego es de tres meses.
El propio Ayuntamiento comunicó, al mismo tiempo que desgranaba las inversiones destinadas a la adaptación del Estadio como sede para acoger el fútbol de los Juegos Mediterráneos de 2017, la voluntad de aprovechar la intervención para adaptar el feudorojinegro a la categoría de plata. Lo que no está previsto, como mínimo, es la ampliación de una gradería que dispone ahora de 4.500 localidades y que convertirá el del CF Reus en uno de los campos a más pequeños de la Segunda División. El paso, sin embargo, se tendrá que acabar dando a corto plazo, en caso de que el equipo de la capital del Baix Camp cierre la campaña 2016-17 habiéndose embolsado la permanencia. El presidente Xavier Llastarri transmitía hace escasos días la ilusión por el estreno a la segunda máxima categoría del fútbol estatal y también el objetivo con qué el conjuntorojinegro se adentra: «Si pudiéramos acabar entre los doce primeros, sería un objetivo bastante bonito».