«Los jugadores de los años 40 eran más mediáticos que los actuales»

Enric Pujol, conocido y periodista e historiador tarraconense, ha publicado recientemente su última obra. Nàsticflaix 100x100 historia es una recopilación de breves anécdotas ligadas al Nàstic y a Tarragona. Un centenar de relatos que Pujol ya ha explicado a Tarragona Ràdio, y que ahora ven la luz negro sobre blanco.

—Qué podemos encontrar en la nueva obra de Enric Pujol?

—Es el 22º libro que publico desde el año 1.976, cuándo me estrené en este campo. Este será el séptimo que habla sobre el Nàstic. Esta obra son una serie de microhistorias, píldoras que relato desde abril del 2015 a Tarragona Ràdio. Me propusieron relatarlas en papel, e hicimos este libro con las cien más interesantes.

—Cuántas píldoras ha relatado ya a la radio?

—160, pero las píldoras por sí solas me quedaban un poco descolgadas. Aproveché que la sección de fútbol hace cien años y pensé que a cada año hubiera una historia, la cual va acompañada de hechos históricos que sucedieron en aquel mismo año. Por ejemplo, el año que empezó la Primera Guerra Mundial, el que se inventó la Penicilina, el que se inventó la televisión, el año en el cual se abre la Rambla Nova y anteriores...

—Resúmame algunas historias curiosas del libro.

—Hablo desde la compra-venta de partidos hasta una supuesta compra de árbitros, pasando porque contra el Nàstic jugaron jugadores de la talla de Kubala, Di Stefano o Ricardo Zamora. También explico que, excepto el Barça y del Español, el Nàstic es el único club catalán que no ha bajado nunca de categoría nacional, y expongo que Peralta marcó con el Nàstic más goles que partidos jugó. Hay cosas muy interesantes también como el diseño de la bandera o los himnos del Nàstic.

—La gente joven, que no hace mucho que sigue el Nàstic, reconocerá protagonistas en su obra?

—POr supuesto. Hablo de Vicente Moreno o de Moisés García León, que es el futbolista, de los que han jugado al Nàstic, que ha vestido más camisetas diferentes. El libro está pensado precisamente para que la gente pueda descubrir historias que desconoce. El otro día vi una cosa en Twitter que me molestó. Un joven periodista dijo que Rubén Pérez era el mejor portero de la historia del Nàstic. ¿Y Soro? ¿Y Juanito? ¿Y Vilanova? ¿Y José Luis? ¿Y Zamora? Con mi libro todas estas cosas que se desconocían pueden ser historias más familiares para la gente. Por ejemplo, hay otra de muy interesante. Hasta el año 1922 el profesionalismo estaba prohibido en el mundo del fútbol, y los equipos como el Barça o el Real Madrid compraban coches lujosos o pisos a los futbolistas, ya que no les podían pagar un sueldo.

—Ha cambiado mucho el fútbol desde entonces?

—Sí, pero los jugadores de los años 40 eran mucho más mediáticos que los de ahora. Iban por la rambla paseando y la gente los paraba. Iban al cine o a comer, y no pagaban. Eran ídolos.

—La globalización actual puede afectar a obras literarias como esta?

—Creo que no. Lo importante es ir a lo que no encuentras en las redes sociales ni a internet. Del año 1990 en abajo es muy interesante investigar. Estamos muy globalizados. Los clubs, con los jugadores, lo tienen fácil. Cuando no les gusta, lo cambian. No es normal que por un equipo pasen 60 jugadores en tres temporadas. En los años 60 y 70, en tres años, eran, como máximo, 35.

—Cree que el periodismo deportivo es demasiado blando?

—Lo somos. En Tarragona hubo hace muchos años un intento de ir a buscar un espíritu más crítico, pero se perdió. A veces he tenido piquescon jugadores, pero el tiempo lo cuida.