10 días y medio sobre la bicicleta atravesando Francia

Cruzar Francia encima de la bicicleta en 10 días y medio. Este es el reto que Joan Carrillo, de la entidad reusense Bicicamp, ha alcanzado enla prueba francesa FrenchDivide, quedando en cuarta posición de la cincuentena total de participantes. Esta competición lleva a los ciclistas a vivir una experiencia extrema de autosuficiencia en que se encuentran solos ante una ruta de unos 2.100 kilómetros que atraviesa el país desde el norte hasta los Pirineos franceses. «Autosuficiencia significa que no hay avituallamientos de ningún tipo», especifica al ciclista reusense. «Tienes que llevarencima todo lo que puedes necesitar», continúa, «y no recibes ayuda de ningún tipo, tan sólo la que te puedes encontrar por el camino, como restaurantes, hoteles o supermercados». Pero la ruta que han realizado, según afirma, se caracteriza por un 70% de caminos de montaña, de manera que muchas veces se podía esperar encontrar un pueblo próximo pero finalmente no era así. «En muchas ocasiones he acabado durmiendo en la montaña, y comprando comida para tener reservas cuando tienes la suerte de encontrar un supermercado».

La carrera dio el pistoletazo de salida el 6 de agosto en la localidad de Bray-Dunes, tocandoala frontera con Bélgica, y Carrillo la acabó el día 16, al cabo de 10 días, 15 horas y 36 minutos. «Ha sido un reto personal», explica el ciclista, que quiere prepararse para poder competiren la Tour Divide, que va desde el Canadá hasta México con un recorrido de más de 4.400 kilómetros. Esta prueba francesa es la segunda que el reusense ha realizado de este tipo: «La primera donde competí fue Cat700, de uno 730 kilómetros, que va desde Salardú hasta el Delta del Ebro».

La rutina diaria que seguía Carrillo, que explica que solía ser bastante solitaria, consistía en pedalear entre 17 y 20 horas diarias: «Yo no era el ciclista más fuerte, pero opté por una estrategia que ha resultado ser bastante buena». Y es Joan Carrillo optó por coger un ritmo entre bajo y medio pero durante muchas horas. «La llave fue descansar poco y ser muy eficiente, por ejemplo comiendo siempre que podía encima de la bicicleta». «Ha sido mucho más duro de lo que me esperaba, pero estoy muy satisfecho de haber podido acabarla y sobre todo de la posición en que llegué», asegura el ciclista, que destaca que de los 50 participantes, 18 tuvieron que abandonar.

Carrillo explica que lo que realmente lo apasiona es pedalear, y que esta carrera leha permitido ponerse al límite junto con los otros ciclistas, que procedían de Francia, Inglaterra, Bélgica, Holanda, Nueva Nezalanda, y el Canadá. «De Cataluña éramos una chica y yo, y también había otro español pero que ya llevaunos años viviendo en Francia».