El "mordisco" de Carbia y uno de los goles más rápidos de la historia del CF Reus
El punta, que debutaba delante del Mirandés en la plata, sólo necesitó 22 segundos para marcar
Había visto pasar la primera jornada, la del estreno en el terreno de juego de la Mallorca, y ya no estaba dispuesto a esperarse ni un solo minuto más. El sábado, Natxo González le reservaba un lugar en el once de la puesta de largo ante la afición del Estadio. Si, en el pistoletazo de salida a la competición contra los de Fernando Vázquez, el lateral Alberto Benito marcaba la primera diana en Segunda División para el CF Reus en el minuto 89, Fran Carbia quiso hacerlo a la inversa. Sólo 22 segundos de margen dio al Mirandés antes de rematar y batir al portero Sergio Pérez, en una jugada que originaba Jorge Díaz con una cabalgata poderosa ante la pérdida de pelota del visitante Aurtenetxe. El atacante tarraconense, que luce esta temporada el dorsal 11 en la espalda, debutaba en la categoría de plata con 24 años y en su cuarta campaña defendiendo la camiseta roig-i-negre. El gol pasará a la historia del club como el primero del fútbol profesional en el feudo de la capital del Baix Camp y lo marcará también por haber sido uno de los más prematuros que se recuerdan a Reus y, claro está, a la trayectoria de Carbia.
Fran, un ejemplo de discreción en el vestuario y lucha sobre el césped que levantó a más de 3.000 espectadores de sus localidades a los inicios de un encuentro extraordinario –a pesar del 1-1 del resultado final–, apuntaba al salir de las duchas que «sólo he marcado un gol».
Parte del CF Reus desde que el entrenador a Emili Vicente lo llamara a filas el curso 2013-14, directamente llegado desde el CF Pobla de Mafumet de la Tercera División, y ahora uno entre la decena de supervivientes del bloque del ascenso roig-i-negre en Segunda, el delantero ha escalado dos categorías en poco más de tres años y, contra los de Carlos Terrazas, exhibía desenvoltura y explosividad.
Justo días antes de colocarse en la apuesta de partida de Natxo González contra el Mirandés, había arrastrado problemas gastrointestinales que lo obligaron a preparar el enfrentamiento a medio gas. En el minuto 72, y en la línea de un equipo que se dejó la piel sobre el terreno de juego para hacer el 2-1, dejaba paso en la entrada de David Querol.
De la mano de Jorge Díaz
Aparte de Fran Carbia, también otro futbolista cautivó la gradería en la noche del estreno a la Segunda División. El uruguayo Jorge Díaz, que vive su segunda etapa en la capital del Baix Camp después de haber estado durante la temporada 2011-12, se revelaba en la banda derecha como uno de los recursos más espectaculares del reformulado CF Reus. Pieza imprescindible para la diana de Carbia y protagonista de los continuos cambios de juego en que basó su potencial el conjunto reusense durante casi todo el primer acto, el juego eléctrico del extremo estuvo cerca de ampliar la ventaja en más de una oportunidad.
No lo hizo, porque la falta de definición acabó arrancando al equipo un premio que se merecía desde el silbido inicial, pero se convirtió en un auténtico quebradero de cabeza para la titubeante y tierna retaguardia del Mirandés. Y, sobre todo, sirvió el espectáculo a un Estadio que probablemente habría esperado asistir a un arranque lo bastante más tibio que el que vivió. Con una amarilla en la cuenta y lastrado, al igual que el resto, por el enorme esfuerzo físico del primer tiempo, Jorge Díaz dejaba la posición en manos de Ricardo Vaz.
La amarilla, precisamente, se la llevaba, tal como refleja el colegiado López Arroyo en el acta del partido, para «simular haber sido objeto de infracción dentro del área penal», al ir al suelo después de entrar en contacto con el arquero Sergio Pérez. El caso es que la acción –que sucedía una similar, minutos antes y que tampoco había caído del lado roig-i-negre– contrarió profundamente la gradería, delante de lo que podría haber estado, como mínimo, un 2-1 a 30 minutos del cumplimiento del tiempo reglamentario. La afición roig-i-negre lo ovacionó intensamente en el relevo con Vaz. El Estadio había asistido a un partido de Segunda División donde no hubo lugar para complejos. Y estaba lo bastante bien.