Eso ya es otra cosa
Los tarraconenses limpian la imagen ofrecida en Soria y completan un buen partido que pudieron ganar si Uche no hubiera fallado un penalti
El Gimnàstic de Tarragona suma un nuevo punto, y eso quiere decir que sigue sin ganar. Ahora bien, la imagen ofrecida ante|delante de la Zaragoza dista mucho de la que mostraron los futbolistas el pasado sábado en Soria, cuando cayeron por la mínima delante del Numància en un duelo que podría haber acabado en goleada de no ser para|por Saja.
También fue decisivo ayer el meta del Nàstic, ya que desvió un chute en el 65’ de Lanzarote que iba dentro. Pero no menos decisivo fue el meta visitante, que desvió brillantemente una pena máxima tirada por Uche que podría haber significado el primer triunfo de los tarraconenses.
Sorprendió a Vicente Moreno con la alineación inicial. Por dos motivos. El primero, por el dibujo que mostró sobre el campo y, el segundo, para|por los futbolistas que puso sobre el verde. El técnico del Nàstic apostó por un 4-4-2, con Álex López y Uche en frente, una apuesta que favorecía a los tarraconenses tanto desde el punto de la presión como de la parte ofensiva, ya que la apuesta aragonesa motivaba que el Nàstic fijaba casi siempre a los dos centrales del conjunto visitante.
Con respecto a nombres, Vicente Moreno también sorprendió. Mientras que en los laterales no cambió absolutamente nada, apostando por Gerard Valentín i Mossa, al eje sí que hizo dos variaciones, como fueron las entradas de Lopo y de Iago Bouzón. En la medular, ya estaba previsto que Cordero y Madinda estuvieran solos, pero Lobato se juntaba con ellos, para intentar servir pelotas a los dos delanteros y a Ferran Giner, titular en el extremo izquierdo.
Se vio un buen partido a la primera mitad. Dos equipos que buscaban el gol, pero con el máximo respeto. O sea, que ninguno de los dos se volvió loco, sino todo el contrario. El cuadro tarraconense intentó llevar|traer la iniciativa, pero no pudo pasar de la línea de tres cuartos con cierta claridad.
Los primeros 45 minutos fueron de mucho respeto, y sólo se registraron dos ocasiones claras. Bien, una clara, y una clarísima. Ike Uche, en el 31,’ buscó la portería defendida por Irureta con un rasgo|tiro desde fuera del área en una esférica que le cayó a la frontal. El cuero fue un poco desviado a la derecha del meta. La más clara, sin embargo, llegó en el 44’. Penalti claro en Uche de Casado. Ocasión inmejorable por|para el Nàstic para ponerse por delante en el marcador. A un minuto del final, los tarraconenses disponían de la mejor ocasión para cambiar la situación de las últimas jornadas. Sin embargo, cosas del fútbol, este deporte reanima|devuelve a todo el mundo todo el que le mujer o le saca. SI el Nàstic salió glorioso de la Romareda la temporada pasada gracias a un penal|penalti fallado por Lanzarote, ayer la pena máxima la falló Uche. Tiro fuerte, y al centro. Como los que acostumbran a entrar. En esta ocasión, sin embargo, Irureta se tiró a la derecha, dejando su pierna izquierda estirada. Con esta extremidad evitó el gol el meta rival. 0-0 y al descanso.
Los locales mandan
En el segundo acto, los tarraconenses cogieron el control del duelo. Fue una demostración de que este equipo no se quedará con la imagen ofrecida en Soria, que el Nàstic luchará hasta el final todos los partidos y que no se dará por vencido en ningún momento. Los tarraconenses supieron, en todo momento, que la victoria era muy importante, pero también tomaron conciencia que, al menos tocaba puntuar.
La segunda parte fue de menos en más, al menos con respecto a ocasiones de gol. Tuvieron que pasar veinte minutos para que uno de los dos porteros tuviera que actuar. De hecho, fue el meta local lo que tuvo que intervenir, y lo hizo para evitar una clara ocasión de gol. Manu Lanzarote, en el 65,’ disparó, con la izquierda, desde fuera del área, y el argentino voló para desviar la pelota en córner. Demasiado está acostumbrando a este futbolista a salvar su equipo un jugador que está supliendo, más que bien, la baja del lesionado Reina.
La tiene Lopo
No cambió mucho la historia en adelante. Sí que podría haber variado si, a quince minutos de finalizar el duelo, Lopo hubiera enviado al fondo de la red una centrada desde el córner, en pelota parada, que acabó ligeramente desviada a la izquierda de Irureta. Al final del duelo, los tarraconenses se volcaron, con más corazón|coro que cabe, en la meta contraria. Sin embargo, no encontraron el resultado esperado en sus embestidas, ya que la defensa visitando alejó todo el peligro que se le presentó.