El penúltimo acentúa la crisis grana
Un Nàstic desdibujado y con un jugador menos por la expulsión de Valentín se ve atropellado por una Almería que empieza a sacar la cabeza
El Nàstic acentúa su desastre absoluto con una nueva derrota. Esta, sin embargo, hace mucho daño, ya que la Almería, que llegaba como penúltimo clasificada, fue capaz de golear a los tarraconenses, que se hunden en la última plaza de la tabla y no dan síntomas de reacción.
Pocas cosas le quedaban para probar a Vicente Moreno. El técnico del Nàstic ha intentado, de todas las maneras, sacar la situación adelante. Todos los jugadores han tenido protagonismo, muchos de ellos más de lo que se han merecido, y en Almería decidió gastar la última bala: cambiar el sistema.
El entrenador del Nàstic apostó por un 5-3-2 donde Gerard Valentín y Mossa corrían los laterales, y Lopo, Bouzón y Xavi Molina actuaban como centrales. El centro del campo tampoco era precisamente el más ofensivo, ya que Zahibo quedaba por detrás de Madinda y de Sergio Tejera, mientras que en frente, Delgado acompañaba Uche. La lesión de última hora de Álex López motivaba que el técnico tuviera que inventarse una nueva delantera, y con Maloku i Rharsalla en casa, Delgado o Emaná partían con opciones de salir al once. Finalmente, fue el chileno el escogido.
Los primeros diez minutos, de tanteo, no fueron malos para un Nàstic que se encontraba cómodo sobre el césped. La clave residía al no cometer errores, al no dar facilidades al rival. Pero Uche no cometió un error, sino que fue la reina de los errores. El gol de la Almería, obra de Antonio Puertas, llegó por|para una acción en la cual el delantero del Nàstic se desentendió completamente de una acción en la cual Pozo parecía que no llegaba a la esférica, pero que gracias a su velocidad y a su entrega, se hizo con el cuero al lado del córner, centró y, después de una peinada, entraba sol Puertas para, de cabeza, situar el 1-0.
No hubo ocasiones claras por parte del Nàstic, ya que costó mucho que la pelota pasara del centro del campo. Un par de carreras de Delgado intentando marcharse por velocidad de sus marcadores y alguna internada sin importancia de Gerard Valentín por la derecha fueron las únicas opciones de llegada de los tarraconenses, los cuales se mostraron muy espesos durante los primeros 45 minutos, la tónica general de la temporada.
La Almería vio cómo tenía que hacer el primer cambio a los 13 minutos de juego por lesión de Corona, en un choque|encontronazo con Madinda, aunque no lo notaron los andaluces. Además, el arbitraje visto en el Estadio de los Juegos Mediterráneos perjudicó mucho a los visitantes. Casi todas las entradas del Nàstic eran penalizadas, y los andaluces podían jugar con mayor dureza, sin ser castigados en ningún momento.
La primera cartulina amarilla del partido la vio Gerard Valentín. Estuvo por una entrada un poco dura. Acondicionado por la tarjeta, acabó siendo triste protagonista del partido el lateral. Con el 1-0 en el electrónico, la Almería se sintió más cómodo que el rival. Ahora bien, se notó mucho que el duelo era entre los dos últimos clasificados de la categoría, ya que las imprecisiones y la falta de juego y de ideas claras estuvieron presentes en muchas fases del partido.
Viendo que el experimento de los cinco defensores no funcionaba, Vicente Moreno ha realizado dos cambios al descanso. Dos modificaciones con una intencionalidad claramente ofensiva, y que nacían con la única intención de remontar un partido. Entraron en el terreno de juego Stephane Emaná y Juan Muñiz. Un delantero y uno media punta, que dejaron en el vestuario Iago Bouzón y Zahibo, un central y un mediocampista defensivo. Toda una declaración de intenciones por parte del entrenador del Nàstic. De esta manera, el técnico grana volvió al 4-4-2, sistema más utilizado en las últimas jornadas, pero que tampoco dio resultado.
Valentín, en la calle
Y cuando el Nàstic todavía se estaba colocando en el campo, cuando los jugadores empezaban a entender que podían superar la Almería, llegó la jugada desgraciada del partido. Gerard Valentín fue objeto de una falta, que era tarjeta clara, pero el árbitro no la señaló. El lateral se quedó quieto, reclamando la cartulina, olvidando su marca, a la cual le llegó la esférica y, como era de esperar, Valentín llegó tarde en la acción y cometió falta. Segunda cartulina, y en la calle.
Esta fue la acción que acabó de condenar uno Gimnástico que, ahora sí, ve que le queda muy complicada la salvación. Para recomponer filas, Vicente Moreno dio entrada a Kakabadze, y abandonó el terreno de juego Uche. Cambio normal, natural, pero que disminuía de pólvora ofensiva a un Nàstic que se quedaba con Stephane Emaná como futbolista más adelantado.
Así, los goles de la Almería, que estuvo mejor, pero tampoco brilló mucho, llegaron por|para sí solos. Puertas, el mismo autor del primer gol, escenificó el nefasto momento del Nàstic y, en este caso, el de la defensa. Primero, le gana la espalda a Mossa, marcha de Molina sin oposición y dispara al palo corto. Imposible de parar para Dimitrievski. Minuto 68, y 2-0 en el marcador.
Pero la Almería todavía no lo había dicho toda. Podría haber sido mucho peor si Madinda no se hubiera recuperado una vez recibido en el campo. El futbolista tuvo que necesitar asistencia médica, pero pudo seguir. Quedarse con nueve habría sido la muerte absoluta.
Cuando el partido ya no tenía sentido, cuando a pesar de los tres minutos de añadido el árbitro podría haber señalado el túnel de vestuarios muy antes, llegó el tercero. Quique recibe una pasada en el espacio, se queda solo delante de Dimitrievski, y el bate sin problemas. Drama en Tarragona.
FICHA TÈCNICA
ALMERÍA
Casto, Ximo Navarro, Morcillo, Trujillo, Nano, Corona (José Ángel, 13’), Fidel, Joaquín, Pozo (Juanjo, 63’), Antonio Puertas (Iván Sánchez, 73’) i Quique.
GIMNÀSTIC
Dimitrievski, Gerard Valentín, Alberto Lopo, Iago Bouzón (Juan Muñiz, 46’), Xavi Molina, Mossa, Lévy Madinda, Zahibo (Stephane Emaná, 46’), Sergio Tejera, Juan Delgado i Uche (Kakabadze, 54’).
GOLES
1-0, Antonio Puertas (28’); 2-0, Antonio Puertas (68’); 3-0, Quique (92’).
ÁRBITRO
Gorka Sagués Oscoz (Vasco). Mostró la tarjeta amarilla a los locales Trujillo, Quique y Fidel; y a los visitantes Gerard Valentín (2, 52’) y Xavi Molina.
INCIDENCIAS
L’Estadi de los Juegos Mediterráneos acogió 7.223 espectadors.