«Esperamos que la victoria del domingo sea un punto de inflexión»

Vicente Moreno se quitó un gran peso de encima este domingo, cuando su equipo consiguió la primera victoria de la temporada. Fue contra el Mirandés, 0-1, en un partido en el cual el Nàstic supo ganar sufriendo. Él, a pesar de los malos resultados, siempre se ha sentido querido, y agradece continuar en el equipo en el cual quiere seguir triunfando.

—Qué es lo primero que le pasó por la cabeza después del pitido final en Miranda de Ebro?

—No sé si por la cabeza o por dónde, pero sentí mucha alegría porque hemos arrastrado momentos muy difíciles. Hemos sido mucho tiempo buscando esta primera victoria. Después del trabajo, ver que hay una recompensa es un motivo de alegría para el aficionado, los jugadores, el club y, como no, de la familia.

—Es quizás un pequeño premio a un trabajo de más de tres meses...

—Sí, conseguimos una victoria en uno de los campos más complicados de la categoría. Es un triunfo que hemos merecido en muchas ocasiones, sobre todo en casa, pero que no encontramos hasta el domingo. Ahora bien, sólo hemos ganado un partido y tenemos que continuar porque no hemos hecho nada.

—¿Fue la de Miranda una victoria de pizarra? Lo digo porque el Nàstic jugó diferente, buscando la velocidad de Giner al contraataque y renunciando al juego combinatorio puro.

—No, en absoluto. Fue una victoria de los jugadores. El mérito es suyo. Quisieron ganar desde el principio hasta el final. No creo que yo tenga tanta repercusión en un partido.

—Pude ver cómo se fundía en un abrazo con Álex López después de cambiarlo. ¿Se alegró especialmente por él o por algún otro jugador de haber ganado?

—Por mucha gente, como he dicho antes. Hay mucha gente que empuja: los trabajadores del club, o el presidente, que ha sido siempre con nosotros. También me alegré mucho por Emilio Viqueira que, además, nos une una gran amistad. A Álex le estoy muy agradecido, porque quiso jugar a pesar de estar casi toda la semana sin entrenar.

—Se puso muy nervioso al final del partido. Histérico. Alguien sufrió para que no acabara con un infarto...

—Estuve activo, no nervioso. Es mi forma de trabajar. Cuando estás en el terreno de juego, la única forma que tienes de ayudar a los jugadores es estar activo.

—Cuando un equipo no gana partidos y no le salen las cosas, acostumbra a ver como a sus jugadores le quema la pelota en los pies. ¿El hecho de jugar casi siempre con pelotazos altos se produjo por este motivo?

—No es fácil. Yo reclamo tranquilidad para gestionar los tiempos del partido, para tener la pelota, pero no es nada fácil. Ellos son conscientes de lo que nos jugamos en cada partido. Nuestra idea es siempre jugar bien con la pelota pero, a veces, no es posible.

—¿En algún momento ha temido por una destitución?

—No sería exacto decir que no, pero en ningún momento me han hecho sentir en esta situación. Que los jugadores, el presidente, el director deportivo, Rodri y los aficionados estén contigo en todo momento no es fácil. En todo momento he sentido el apoyo incondicional de todo el mundo. Mi obligación es trabajar, intentar hacer bien las cosas e intentarr darle la vuelta a la situación. Creo que podríamos llevar seis u ocho puntos más tranquilamente, pero todavía queda mucho.

—Quedan 87 puntos por disputarse. ¿Con cuántos se queda?

—Con los 87 que hay en juego. La obligación que nosotros tenemos es luchar por conseguirlos todos. No sé si alguien habrá podido sumar esta cifra de puntos. Nuestra obligación y nuestras ganas son claras.

—La victoria del domingo fue el inicio de alguna cosa?

—Esperamos que sea el principio de una nueva trayectoria, como mínimo. Una trayectoria positiva que nos haga salir de la situación donde estamos.

—Después de perder en Ontinyent en aquel fatídico duelo, el Nàstic ganó al Olímpico de Xátiva y empezó una racha espectacular con Vicente Moreno en el banquillo. ¿Se puede repetir?

—Las cosas que has vivido antes no sirven de nada. Entonces las cosas salieron de cine, y esperamos que la victoria de este domingo sea un punto de inflexión.

—¿Está siendo la Segunda División A cómo Usted preveía?

—En parte, sí. Preveía la competición más difícil de los últimos años. Por| nombres, no recuerdo una Segunda A como esta. Aparte del Levante, que está marcando una gran diferencia. A partir de aquí, desde el segundo y hasta el descenso, no hay una gran diferencia.

—El Nàstic está a diez puntos del segundo clasificado. A poco más de tres partidos del ascenso directo...

—No es una distancia insalvable. Ahora bien, nosotros no tenemos que hacer ninguna lectura como esta. Sólo hemos ganado un partido. Suena a tópico, pero toca ir partido a partido y ganar este sábado.

—El hecho de sacarse del encima de la ansiedad de no ganar, motivará que su equipo salga más tranquilo contra el Getafe?

—No sé si más tranquilo, ya que eso es muy relativo. Necesitamos este punto de nervio también.

—Hay jugadores que no están dando el rendimiento esperado.

—Confío mucho en la plantilla que tenemos, pero creo que todos, jugadores y cuerpo técnico, podemos dar mucho más.

—¿Hasta qué punto es bueno apartar a un jugador el grupo por indisciplina, cómo es el caso de Rharsalla?

—Los jugadores, en este sentido, son habitualmente muy buenos compañeros, intentan estar con los suyos. Pero en una situación como esta, están de acuerdo con lo mejor para el grupo, que creemos que ha sido la decisión de que hemos tomado.