La «fortuna» de los entrenadores del derbi

Lo que hace que el partido sea diferente es hoy, porque ves tantos medios y tanta atención y es por alguna cosa. Es un derbi, el primero de la historia a la Segunda División. Sin embargo, internamiento, a nivel de entrenador y de futbolistas, es una semana más. Especial para todo el que lo rodea, pero con el mismo día a día y el mismo trabajo: ver el Nàstic, ver los puntos fuertes y buscar sus puntos débiles para intentar meterle mano domingo». Son las primeras palabras del técnico rojinegro Natxo González sobre este duelo especial de la decimocuarta jornada en el Estadio, un enfrentamiento que hace sentir a su homólogo en el club tarraconense, Vicente Moreno «afortunado que seamos nosotros los entrenadores al primer derbi de Segunda División, porque sólo pasará una vez a la historia». La grana se mostraba ayer, en la tradicional cita entre comandantes de los banquillos horas antes del CF Reus-Nàstic, «ilusionada por la importancia que le da la afición a este partido, aunque para nosotros también ha sido una semana más de trabajo. Las colas por las entradas, la gente de la calle que te muestra su emoción, lo hacen diferente. Con todo, sabemos que será complicado porque jugamos contra un muy buen equipo».

Sobre el rival con qué se verá las caras el 20 de noviembre, el míster de los de la capital del Baix Camp destacaba que «llega en el mejor momento. Los podríamos haber cogido hace un mes y sería diferente. Han conseguido 7 puntos de los últimos 9, tienen obviamente más experiencia a la categoría y son un equipo que ha tenido que hacer cambios en las últimas semanas porque tiene muchos jugadores internacionales y después ha vuelto a ganar. Son un bloque fuerte, saben desbordar y generan peligro en el área contraria». Moreno correspondía el gesto y ponía en valor la «gran temporada que está haciendo el CF Reus», un oponente que «nos merece mucho respeto. Primero para el entrenador, que habitualmente saca mucho de los equipos que entrena y por el propio Reus porque, no lo digo yo sino que lo dicen los números, está haciendo cosas importantes a la Segunda División y no es casualidad, a estas alturas, tener los puntos que tienen». «Tenemos la ilusión de poder ganarlos porque ganar en el Reus sería una victoria de prestigio», concluía al técnico del conjunto tarraconense.

Los roles en la categoría

La expectación que está levantando el CF Reus del fútbol profesional y los buenos resultados recogidos en el tramo inicial de Liga, sumados a la rivalidad del enfrentamiento, llevaron a agotar el lunes al mediodía las entradas para el derbi del lado local y ayer, en tan sólo una hora y cinco minutos, las 255 que el Nàstic dispensaba a sus seguidores y que completan las 4.200 localidades del feudo rojinegro. Sobre esta cuestión, Natxo González valoraba que los seguidores «son conscientes del salto cualitativo y sólo hace falta ver el Estadio cada domingo, todo lo que se ha generado en la ciudad, cada vez más camisetas encarnado-y-negros». «Son conscientes también del rol que tenemos a la categoría y del momento en que nos encontramos, de que hace un mes éramos muy felices y ahora venimos de tres derrotas», puntualizaba.

En este sentido se pronunciaba también el entrenador del Nàstic, que recordaba que «realmente es una categoría muy complicada y se ve cómo pasamos, en sólo dos semanas, de parecer que estamos dentro de un pozo a remontar. El Reus, que parecía que fuera a subir a Primera División, ahora tiene una sensación diferente. Hay que tener siempre tranquilidad, en momentos excesivamente buenos y en los que son malos como los que atravesamos nosotros», decía, y agefia que «para el partido del domingo, no será definitivo, ni mucho menos, ni que nosotros vengamos de encadenar dos victorias ni que vengan ellos de tres derrotas consecutivas. Y menos, a Segunda División».

«Que sea una fiesta»

De precedentes a la categoría de bronce, uno y otro han vivido unos cuantos. Y entre las conclusiones que estos dejan, «lo único que sé es que él siempre me ha ganado. Eso es el primero que me viene en la cabeza», bromeaba Natxo González apuntando al técnico grana, y seguía diciendo que «son situaciones diferentes. Sigue siendo un derbi pero ahora puede estar en Segunda En lo que nunca ha podido ser y, para nosotros, poder vivirlo es importante y es histórico. Que sea una fiesta y que la gente disfrute, tanto de nuestro lado como del suyo, jugadores y técnicos. Nada es decisivo y claro está que es una victoria de prestigio y tres puntos más, pero vivir este tipo de partidos ya nos hace a unos privilegiados. Disfrutemos dentro del padecimiento».

Las estadísticas cuentan poco para un Nàstic con que, con todo, «a día de hoy cambiaríamos nuestra situación por la de ellos porque quiere decir que se han hecho las cosas mejor que nosotros. ¿Antes de eso? Yo creo que no servirá absolutamente para nada», concluía Vicente Moreno, que precisaba que «al final, siempre dependes de aquel día, de cómo estés tú, de cómo esté el rival, de las circunstancias y sobre todo de cómo se encuentren los jugadores». A pesar del cruce de alabanzas, ambos entrenadores coincidían ayer en afirmar que «me quedo con mis jugadores porque son los míos, son los mejores y son los que quiero tener». «Y los que nos han llevado hasta aquí, que no es poco. Tenemos los mejores», concluía el técnico encarnado-y-negro.