«Tenemos un buen entrenador, siempre intenta que el equipo vaya hacia arriba»

—¿Cómo se encuentra?

—Bien. Ahora mismo me encuentro muy bien.

—¿Por qué le ha costado tanto entrar en el equipo?

—Tenía molestias en la tibia, que me han dejado fuera del equipo durante mucho tiempo.

—El público del Nou Estadi ha criticado al entrenador porque Jean Luc no jugaba, y resulta que Usted llevaba mucho tiempo con molestias...

—No estaba para 90 minutos, porque me molestaba mucho. He jugado todo lo que me han permitido estas molestias.

—¿Cuando llevaba un rato jugando, acababa notando que había llegado a su límite?

—Sí.

—¿Ha llegado a infiltrarse para poder jugar?

—No.

—¿Qué le está pasando al equipo?

—Son muchas cosas.

—Una gran parte del equipo titular actual forma parte de la base del conjunto de que tanto triunfó la temporada pasada. ¿Por qué eso no funciona ahora?

—Tenemos buena plantilla, buenos jugadores. Por ejemplo, creo que no nos merecíamos la derrota del sábado.

—Pero este sábado, los tres chutes en portería con peligro los hace el Rayo.

—Sí que tiramos. Recuerdo el penalti que le hacen a Juan Muñiz. Pero también pienso que tenemos mucha mala suerte, ya que tenemos ocasiones de gol, hacemos cosas para ganar, pero al final siempre pasa alguna cosa.

—Pero hay muchas ocasiones en las cuales el rival ha sido superior al Nàstic. ¿Ustedes llegan a partir ansiedad en ciertos momentos de los partidos por la mala situación a la clasificación?

—Cada uno sabe cómo tiene que afrontar los partidos.

—¿Habría sido injusto que hubieran destituido al entrenador?

—Tenemos un buen entrenador, un míster que hace todo el posible para que el equipo tire arriba.

—Vicente Moreno ya ha confesado públicamente que confía mucho en Jean Luc. ¿A Usted también le dice?

—Sí. Es muy bueno con la plantilla. Siempre dialoga con nosotros. Él no tiene la culpa de lo que está pasando, no es un problema de entrenador.

—Han llegado muchos jugadores nuevos durante este mercado de verano, futbolistas de varias nacionalidades. ¿Los está costando adaptarse, sobre todo a nivel del idioma?

—Quizás un poco. Algunos hablan en inglés, otros en francés... Puede ser una causa, pero con una pelota todo el mundo se entenda. En el campo, sin embargo, todo el mundo sabe dónde se tiene que colocar. Si le pides a un compañero que te la pase o que chute, lo entiende perfectamente.

—¿Está echando mucho de menos este equipo a Achille Emaná y a José Naranjo?

—Tenemos una buena plantilla, y nosotros mismos lo podemos hacer bien. Sí que es verdad que la temporada pasada Emaná i José estuvieron espectaculares. Lo mejor sería que volvieran los dos.

—La pasada temporada, el Nàstic iba de los primeros a la clasificación, y fichó a cinco jugadores en diciembre y en enero. ¿Se tendría que entender perfectamente que, dada la situación del equipo, ahora hubiera una auténtica revolución, no cree?

—Aquí no entro, no lo sé. Es tema del club y del director deportivo.

—¿A partir de ahora veremos a Jean Luc preparado para jugar todos los partidos?

—Ahora estoy en un buen momento. Ya jugué los 90 minutos contra el Rayo, e intentaré dar el máximo para mi equipo.

—Partido muy complicado el de este sábado en Montilivi.

—Complicado, como todos. Tenemos que ir allí a sacar los puntos y a salvar la situación.

—Si el Nàstic gana un par de partidos seguidos, podría salir del pozo.

—Si ganamos tres, estaremos allí.

—Tengo ganas de ver a Jean Luc jugando a Primera División. ¿Cuándo lo podré hacer?

-(Riu). También tengo muchas ganas de ver.

—Con el Nàstic?

—Sí.

—¿Qué significa para Usted el Nàstic?

—Me ha dado mucho en muchos sentidos. Cuando estaba en el Vila-real me detectaron un problema de cadera, y me tenían que operar. El doctor y el Nàstic me ayudaron mucho.

—O se operaba, o tenía que dejar el fútbol.

—Sí.

—Habría sido muy triste si hubiera tenido que colgar las botas.

—Sí. Mi sueño era jugar a fútbol. Al final, todo salió bien y puedo seguir jugando.

—¿Y cambiar el Vila-real por el Nàstic qué supuso?

—Lo que a mí me pasaba por la cabeza era jugar. Confiaba mucho en mí y, sabía que si estaba bien, podía recuperar mi mejor nivel.