Llueve sobre mojado: los arbitrajes están ayudando en el Nàstic a hundirse
Lo que se vio en Montilivi es la prueba que, este año, los tarraconenses tampoco están teniendo suerte en este aspecto
No corren buenos tiempos para el Gimnàstic de Tarragona. De hecho, todo funciona mal. Lo que el club puede controlar no va bien y, lo que no puede controlar, tampoco. Así quedó escenificado este sábado, cuando el árbitro se cargó toda esperanza de victoria de los tarraconenses en Montilivi.
Situarse 1-2 ganando y ver cómo acabas perdiendo 4-2 y con dos futbolistas menos en el campo debe ser duro. Pero comprobar cómo algunas de las decisiones arbitrales te han costado la derrota, todavía lo debe ser más.
El arbitraje de López Amaya fue absolutamente lamentable. Decisiones clave que perjudicaron claramente al Nàstic y que motivaron que los tarraconenses no dieran la «campanada» y no ganaran en el campo de uno de los claros aspirantes al ascenso a Primera División.
Para empezar, Pablo Marí, excentral del Nàstic, tendría que haber sido expulsado a la primera mitad. La primera falta que cometió, durísima, le costó la cartulina amarilla, pero hizo un par iguales a lo largo de los primeros 45 minutos. Pablo Machín, entrenador del Girona, demostró una gran inteligencia, y lo sustituyó al descanso. De hecho, en la rueda de prensa posterior afirmó que había cambiado a Marino porque podía peligrar su presencia hasta el minuto 90, ya que tenía una tarjeta amarilla.
Para continuar, el penalti que le señalan al Girona, no lo es. Es complicado apreciarlo en directo, pero viendo la repetición se puede ver claramente que no es pena máxima. Entonces, segunda situación en la cual se perjudica al Nàstic.
De las expulsiones, no hay que hablar, ya que parecen claras. Si es cierto que Juan Delgado le dijo «sinvergüenza» al colegiado, la expulsión es clara. Además, le tienen que caer, como mínimo, cuatro partidos. La de Emaná también parece acertada. Pero lo que peor hace es ver cómo todas las faltas se silban más hacia un lado que hacia el otro, o cuando se empiezan a ver cartulinas amarillas, muchas de ellas sin sentido.
Mallorca
El partido de este sábado recuerda un poco al Nàstic-Mallorca. Aquel partido también con arbitraje nefasto que acabó con empate a dos goles y con el colegiado poniendo en acta varios insultos, quejas y apreciaciones de Manolo Reina, a Alberto Lopo y del encargado del material.
Vicente Moreno, técnico grana, se quejó enérgicamente después del duelo. «La sensación es que se te mean encima», dijo. Es una sensación que él tiene hace bastantes jornadas y que, aunque no acostumbra a hablar de los árbitros, tuvo que poner de manifiesto.