Natxo González estampa su sello a un CF Reus atrevido y fiable en Segunda
El técnico, que atraviesa la tercera temporada consecutiva al frente del banquillo rojinegro, ha trasladado al equipo una «personalidad» desbordante
Lo expresaba a la perfección una de las piezas del núcleo duro del CF Reus 2016-17, el defensa Alberto Benito, pocos días atrás: «El cuerpo técnico nos transmite la personalidad para tener la pelota y no tener miedo de nada». Las palabras del lateral reproducen la que más veces habrá pronunciado Natxo González a lo largo de esta prolífica segunda etapa al frente de la nave rojinegra, una «personalidad» que pronto situó el equipo y la ciudad en el mapa de Segunda y donde otros entrenadores han visto el «sello» del vitoriano, resumido sobre un novato que «juega bien al fútbol» en esta histórica y al mismo tiempo primera incursión en el fútbol de plata.
Del mensaje de «hacer en el campo lo que entrenamos cada día» y de «tener la pelota y saber que, cada vez que salimos, hay mucho a ganar y nada que perder» de que hablaba Benito, nace la huella de Natxo González. El técnico que será recordado por comandar el ascenso del club al fútbol profesional ha forjado el carácter de un CF Reus que es, hoy, el segundo menos goleado de Segunda y que ha vivido el primer tramo de este periplo en posiciones de play-off o junto al derecho a la lucha por un sitio en Primera.
Disciplina, sacrificio, seriedad, esfuerzo y mucho trabajo han sido, al menos de puertas para afuera, algunos de los conceptos «innegociables» para un míster que, con el paso de las jornadas y de los éxitos, relajaba aquella imagen más dura que dejó en la vuelta en la que ya considera «mi casa», a Reus y al CF Reus. Precisamente al coger de nuevo las riendas del vestuario rojinegro, ya llamado a convertirse en el puntal de un proyecto que buscaba ni más ni menos que un ascenso desde Segunda B a corto plazo, decía sentirse «cómodo dentro de esta vorágine».
Puntal del proyecto
Sin bajar nunca la guardia, pero sí en otra esfera de su trayectoria en la capital del Baix Camp, Natxo se reconocía, completadas las primeras citas con este equipo que ahora es de plata, «satisfecho» como lo están pocas veces los entrenadores acostumbrados a «momentos diferentes». Después de que relevara al leridano Emili Vicente en el desenlace de la primera y única campaña que este vivió como rojinegro, y con el voto de confianza que supuso el excelente papel –play-off incluido– en la temporada 2014-15 que había arrancado ya con el salto de categoría como exigencia, técnico y CF Reus se han fundido en una única cosa. El mismo conseller delegado, Joan Oliver, explicaba también hace pocos días que, como mínimo hoy día, «el equipo no se concibe sin Natxo González».
«Cada uno tiene su responsabilidad y de ella depende que salga o no una jugada, y de aquí el equipo y el resultado de un partido», ressumia Alberto Benito, también en alusión a la personalidad que el entrenador y su cuerpo técnico han imprimido en un equipo sin barreras. De que el equipo continue reconocible en los rasgos que ya lo hicieron enorme en el bronce se cuida Natxo González, convencido de que, desde aquí, siempre se puede crecer.