Vicente Moreno: «El Nàstic saldrá de esto conmigo o sin mí y tenía que hacer un ejercicio de responsabilidad»

«No es cierto que no me sintiera con fuerzas. Me siento fuerte y capacitado. Sin embargo, hay una situación deportiva, una trayectoria que es la que es y, aunque sé que el equipo habría salido conmigo y saldrá sin mí, tenía que hacer un ejercicio de responsabilidad». Son las primeras palabras del ya exentrenador del Nàstic, Vicente Moreno, en la comparecencia de su despido en el banquillo grana, que deja atrás después de que el Consejo de Administración aceptara la renuncia al cargo que presentaba la noche del viernes pasado, con el 3-0 de Copa a Mendizorroza y al desenlace «de una reunión con el presidente, Rodri y Viqueira».

Moreno, que a duras penas contenía las lágrimas cuando agradecía a Josep Maria Andreu «haber estado siempre a mi lado y habérmelo hecho todo mucho fácil», dirigía también unas sentidas palabras –en castellano, «para que me pueda entender», reía– al director deportivo: «Eres una persona muy importante para mí y has confiado todo el tiempo que hemos estado juntos. Contigo a mi lado, no he sentido la soledad del entrenador».

En la rueda de prensa, que se alargó este mediodía durante cerca de 20 minutos, aparte de Andreu y Viqueira acompañaban al de Massanassa parte de la plantilla que hasta hoy ha encabezado -Suzuki, Mossa y Àlex López, entre otros, ocupaban sitio, de pie, en el fondo– y un buen puñado de aficionadas granas que lo ovacionaron en la entrada y en la salida del Nou Estadi y que se quedaron fuera de una sala de prensa llena a tope.

El club dice adiós así al que el mismo Josep Maria Andreu definía como «uno de los mejores entrenadores de la historia del Nàstic» y sobre el que decía, en un guiño, que, «compartirá con Luis César el título de mi entrenador. Ha sido un lujo, para mí y para mi familia, que hayas sido mi entrenador y haber podido ser yo tu presidente». El mandatario grana, también visiblemente emocionado, reconocía que, bajo la mano de Vicente Moreno, «han sido tres años de vivencias muy intensas, y casi todas buenas», aunque «esta temporada las cosas no han salido como estaban previstas. Con un poco más de suerte estoy seguro de que todo habría sido diferente».

En ceñir su renuncia a la cuestión puramente deportiva, a los resultados que han colocado el club tarraconense en la cola de la clasificación de Segunda División completadas las primeras 19 jornadas de Liga, insistía el entrenador, que repitió en diferentes ocasiones durante su comparecencia que «la vida cambia de la noche a la mañana y lo que hoy es blanco mañana puede ser negro. No hay nada más. El único detonante es el que he explicado, y tenía que hacer un ejercicio de responsabilidad».

Moreno manifestaba el deseo de que en su salida, después del acuerdo del Consejo de Aministració, este martes, por la rescisión del contrato que lo vinculaba al Nàstic, «sea sin hacer ruido, igual que tampoco hice ruido con la llegada». Entre la retahíla de muestras de afecto y agradecimientos que dejó a su despido del feudo grana no faltaron tampoco el resto de miembros del cuerpo técnico que lo han rodeado en este próspero periplo en Tarragona ni una afición que «me ha respetado y me ha apoyado siempre, pero también en estos últimos tres meses, cuando entiendo que hacerlo era más difícil».

El técnico valenciano, que en las próximas horas será relevado con casi toda probabilidad por Juan Merino, con quien ya trabajó como segundo al frente del Xerez años atrás, reservaba todavía espacio para «despedirme de los chicos» de la plantilla grana en la vuelta oficial al trabajo, que está prevista para este jueves 29 de diciembre. Su etapa en el Nàstic toca al fin con regusto amargo y con la convicción de que «el equipo saldrá adelante», pero Moreno no olvida «todo lo que he vivido aquí» y lanza un último mensaje a los seguidores: Tenéis un nastiquer más animando y empujando desde lejos. Visca el Nàstic y Visca Tarragona!».