Emaná, Luismi, Barreiro y Perone, muy ambiciosos en su presentación

Muchos creen en la salvación. Otros, la ven más que factible. Algunos, opinan que será un milagro si se acaba consiguiendo. Pero el mensaje está claro: el Nàstic tiene tiempo suficiente como para cambiar la situación y huir de las brasas del descenso.

Este es un mensaje muy similar al que han pronunciado este mediodía los cuatro jugadores del primer equipo que disfrutaron de su puesta de largo. Achille Emaná, Manu Barreiro, Luismi y Bruno Perone han sido presentados oficialmente. Uno a uno, siempre acompañados del presidente, Josep Maria Andreu, y del director deportivo, Emilio Viqueira, fueron pasando por la sala de prensa del Nou Estadi, donde explicaron sus motivos para fichar por el Nàstic y sus sensaciones sobre el equipo. El mensaje del «Sí, podemos», fue unánime entre los cuatro futbolistas, a los cuales también se juegan mucho, porque un descenso perjudicaría muchísimo en un equipo que tiene un recuerdo demasiado reciente de su paso por la Segunda División B.

El primero en pasar por la sala de prensa fue Achille Emaná. Uno de los ídolos más recientes para la afición grana vuelve a casa, y lo hace para cumplir una meta bien diferente que la de la 2015-16, cuando el Nàstic muy a punto estuvo de subir a Primera División. Tanto el camerunés, como los otros tres futbolistas presentados, fue titular delante del Tenerife, en un empate que servía para acercar al equipo a cinco puntos de la permanencia.

Emaná explicó los motivos de su retorno a Tarragona. Veía que el equipo estaba mal. Hablé con Emilio y con Vicente –Moreno, entrenador hasta diciembre–, y añadió que «no estaba jugando en Japón», manifestaba el media punta. Él cree firmemente en la salvación, ya que «todo es posible para aquel que cree, no tenemos que bajar los brazos, tenemos que ser hombres e intentar darlo todo».

El camerunés fue el que más tiempo se desahogó, hecho que se podía prever teniendo en cuenta que ha estado el más mediático de todos los fichajes realizados para|por el club tarraconense. De esta manera, tuvo tiempo para hablar de la marcha de Vicente Moreno. «Me sorprende su marcha. Yo estaba de vacaciones con mis hijos cuando saltó la noticia de su dimisión», admitía, ofreciendo apoyo incondicional a Moreno, ya que «si conseguimos el objetivo, una gran parte será gracias a él». Finalmente, después de ver cómo ha sido su paso por el fútbol japonés, Emaná afirmó rotundamente que «si pudiera volver atrás, me quedaría aquí», y no se habría marchado.

Barreiro no lo ve «normal»

Si Emaná ha sido mediático, también ha ocupado muchas páginas de diario la llegada de Manu Barreiro. El delantero, que viene procedente del Alavés, aseguraba no entender por qué el Nàstic es el «farolillo rojo» de la categoría. En este sentido, declaraba que «no veo normal que el equipo esté en esta posición, con la calidad que hay.»

Él está satisfecho con lo que vio el domingo, cuando «hicimos un muy buen partido, vimos un buen Nàstic». Él se definió como «un delantero que puede hacer muchas cosas».

Más tímido, Luismi, fue el tercero al entrar en escena. El mediocampista fue el mejor jugador del Nàstic durante el partido contra el Tenerife, pero apuesta por la humildad ante su llegada a un nuevo equipo. «Para ser el primer partido me sentí bastante cómodo. El equipo hizo un gran trabajo y espero seguir mejorando poco a poco». El interés al contratarlo, según sus mismas palabras, «nació a principios de diciembre. En el Valladolid –equipo de donde proviene cedido– no tenía minutos y decidí venir».

Perone, emocionado

Quizás el jugador más satisfecho por haber fichado por el Nàstic y lo que más lo ha sufrido es Bruno Perone. Al menos, así se puede apreciar teniendo en cuenta sus palabras. «Cuando estás a prueba, vas a dormir y no sabes si firmarás el contrato o no. Si me llamaron, es porque hacía cosas bien. Me sorprendió un poco ser titular el domingo pero, cuando vendes con ganas, puedes hacer las cosas bien».