«Tengo mucha presión y la tendré a lo largo de mi vida»

—Bienvenido nuevamente en Tarragona. ¿Sabe que mucha gente había pedido su fichaje?

—Sí. Sé que la gente quería que volviera

—Hacemos un retroceso hacia la temporada pasada. ¿Le ofrecen renovar?

—Sí. Nos sentamos para poder hablar de un nuevo contrato, pero la cosa no fue más allá.

—¿Por qué no fue más allá? ¿Porque la oferta del Nàstic era demasiado baja o porque la propuesta de Japón era demasiado elevada económicamente?

—Estas cosas las llevaba mi agente. Se sentó con el Nàstic y valoraron muchas cosas. No llegamos a un acuerdo y los japoneses presionaron mucho para que yo fuera.

—¿Cómo es el fútbol japonés?

—Aquella es una ciudad tranquila, con gente de una cierta edad. Es una ciudad más tranquila que Tarragona. En Tokushima la mentalidad es más cerrada.

—El clima en Tarragona o en Sevilla es muy diferente.

—No tanto. Yo acababa de llegar, y la cultura era muy diferente.

—¿Y el idioma?

—Nadie hablaba castellano, ni inglés ni francés. Tuve la suerte de que el traductor era brasileño y sabía hablar portugués.

—Futbolísticamente, ¿Por qué no cuaja Achille Emaná en Japón?

—El entrenador ya tenía su equipo hecho y no quería cambiar. Sin darme ninguna explicación él me decía que tenían su forma de ser. Él era un anciano, y no se le podían discutir las cosas. Por mucho que el presidente y quien fuera lo aconsejaran, él no cambiaba de opinión.

—¿Hay mano dura allí?

—La disciplina para ellos es un tema primordial.

—¿Cuándo decide volver a España?

—El día que vine a Valencia. (El día que la Liga de Fútbol Profesional entregaba los premios a los mejores futbolistas de la temporada).

—Vino con muchas maletas.

—Sí.

—¿Cuándo contacta con Usted el Nàstic?

—Sabía desde el minuto 1 que el club me quería. Emilio me quería, y el entrenador también. ¿Jugar a Japón era un aburrimiento total, ya que de qué me sirve ganar tanto dinero si no puedo estar con los míos?

—¿Tuvo alguna propuesta más aparte de la del Nàstic?

—Sí, tuve muchas, desde el momento en que decidí volver aquí.

—¿Sabe que mucha gente lo ve como el salvador del Nàstic?

—Sé que será muy complicado. Tengo mucha presión y la tendré a lo largo de mi vida. Me pasó al Betis... No soy un 'crack' como Messi, que siempre salva en su equipo. Soy un simple futbolista que lo quiere dar todo hasta el final.

—Después de la temporada pasada, ¿El listón quedó demasiado alto?

—No. Ha habido una bajada. Se han perdido muchos valores. No con respecto al compromiso, sino por|para la lucha. A veces, es normal para futbolistas jóvenes que creen que todo está hecho, y nada está hecho hasta el final.

—¿Y qué le está fallando al Nàstic?

—Cómo bien digo, no estuve durando los seis primeros meses, y no puedo opinar sobre lo que pasó. Lo único que se tiene que hacer es olvidar en el 2016 y construir uno bueno 2017.

—Se tienen que sumar unos 30 puntos para salvarse.

—Ahora empezamos la segunda vuelta. ¿Y por qué no? Es seis meses en los cuales tenemos que comportarnos como guerreros.

—¿Cómo se ha encontrado en los dos partidos que ha jugado?

—Partido a partido voy ganando físicamente.

—Qué dos expulsiones las de las dos últimas jornadas...

—Son cosas que se pueden corregir y que corregiremos. Yo no quiero culpar a nadie, ya que somos profesionales y somos humanos. El club castigará estos errores.

—¿Cómo asumió la marcha de Vicente Moreno?

—Hace daño, y me entristece, ya que no me lo esperaba. Él habló conmigo para que volviera, y me sorprendió un poco. Pero ahora hay un entrenador.

—¿Qué tal es Juan Merino?

—Una buena persona. Somos muy parecidos. Cuando las cosas no van bien, nos enfadamos mucho. Vamos por el buen camino y muchos tendrán que aprender mucho.

—¿Cree que a Stephane Emaná le vendría bien una cesión para jugar los minutos que necesita?

—Hay cuatro delanteros, y todos lo tenemos que dar mucho. Si fuera por mí, como ya le he dicho, una cesión no sería lo mejor, aunque lo que decide es el club. Es joven, pero también tiene que crecer. Él está aquí para crecer y si el club decide cederlo es cosa suya.