El Levante, un equipo temible que ha demostrado que también es vulnerable
La derrota de los ‘granota’ la pasada semana en Alcorcón es el camino a seguir para un Nàstic muy necesitado de puntos
El Gimnàstic de Tarragona no atraviesa su mejor momento. Después de la gran victoria conseguida en Lugo (2-3), el equipo que entrena a Juan Merino vio roto el impulso con el empate, en el Nou Estadi, contra el Huesca (0-0). El conjunto grana no fue capaz de disparar a portería con peligro, y acabó sumando un único punto ante un equipo que, aunque vivía muy por encima en la tabla clasificatoria, no demostró suficiente ambición como para ganar en el Nou Estadi.
El empate para el Nàstic es negativo, sobre todo, por el hecho de que este domingo se enfrentará al rival más temible de todos los que hay en la Segunda División A. El Levante es el líder absoluto e indiscutible de la categoría de plata. Nadie apostaría a que los valencianos no serán uno de los dos equipos que ascenderán de forma directa a Primera División. Sus 49 puntos en 23 jornadas disputadas lo ayudan a distanciarse en 7 del segundo clasificado, el Girona, y en 12 del tercero, el Cádiz. De hecho, un terremoto demasiado grande tendría que producirse al Ciudad de Valencia para que el Levante no fuera, la próxima temporada, equipo de Primera División.
Pero el Nàstic quiere hacer un paréntesis en la trayectoria triunfal de los valencianos, como lo hizo la pasada semana el Alcorcón. Los madrileños rompieron muchas quinielas|travesías|traviesas al derrotar en el Levante, 2-0, en un partido que les salió perfecto al rival de los 'granota'.
El Nàstic se encontrará el domingo (seis de la tarde) un equipo que se ha ganado en polvo el liderazgo a la categoría. Los valencianos son un equipo muy trabajado, y que destaca por su constancia en todos los partidos. No es un conjunto que juegue de una forma espectacular, ni que haga levantar los suyos de la silla, pero nunca baja el ritmo, una circunstancia que provoca que, cuando|cuándo el rival baja el pistón, no hay marcha atrás: el Levante siempre te acaba machacando.
El conjunto valencianista llega con tres bajas, y de consideración, como son Campaña, Montañés e Iván López. Sin embargo, el equipo no se resiente en exceso, ya que cuenta en sus filas con jugadores con suficiente calidad como para que no se noten las bajas. De hecho, en el 4-3-3 que acostumbra a dibujar a Juan Ramón López Muñiz, los tres de arriba son, de derecha en izquierda, Jason, Roger y Morales. Casi nada. Roger es uno de los máximos artilleros de la categoría, con 13 goles. Jason está rayando a un nivel muy alto y Morales, aunque esta temporada no acaba de encontrar su mejor momento, siempre es peligroso porque es todo un puñal por la banda en la que juega.
Además, el Levante se ha reforzado bien en este mercado de invierno. Dos futbolistas han llegado a la plantilla, ambos de gran calidad y con cartel. Oier Olazábal, portero que se lo conoce por|para su etapa al Barça B, donde era titular, y en el primer equipo azulgrana, donde no jugó aunque formó parte, llega en el club cedido de la Granada para competir por un sitio en el once. Por otra parte, el punta Juan Muñoz, proveniente del filial de la Sevilla, también se ha incorporado a la disciplina de Juan Ramón López Muñiz. Ambos participaron ayer en un partido entre el primer equipo y el Levante B, y están preparados para jugar.