Los 100 domingos de Natxo González liderando un revolucionario CF Reus
El entrenador redondeó contra el Getafe una cifra que resume la vuelta al club, dos ‘play-offs’, el ascenso y un lugar destacado en la clasificación de Segunda
«Vuelvo a la que fue mi casa durante cuatro años y donde viví momentos buenos y también delicados. Este es el proyecto ambicioso que buscaba en la categoría y aquí no me faltará profesionalidad, compromiso, ni trabajo». Era la carta de presentación de Natxo González, el 2 de junio del 2014, a los inicios de su segunda etapa en el CF Reus. El entrenador firmaba de nuevo, después de haberse despedido de la capital del Baix Camp con el equipo a Tercera y al desenlace de la promoción frustrada por el Betis B, como piedra angular de una revolución profunda y espoleada por la conversión a SAD y la entrada de Joan Oliver en forma de máximo accionista. Ahora, 100 jornadas después, una cifra que alcanzaba el domingo pasado en la cita con el Getafe, tirar la vista atrás sirve para ver su nombre escrito en la historia reciente rojinegra como el técnico del primer play-off al fútbol profesional, del campeonato de Segunda B, el del ascenso a Segunda y lo único que ha conseguido dos al frente del equipo.
También el que lo situó en el mapa futbolístico estatal cuajando una primera vuelta impecable de que la afición supo disfrutar, permanentemente instalada en una de las seis primeras plazas, y que acumuló el cojín que mantiene el CF Reusena la mitad superior de la clasificación. El balance de estas dos temporadas y media deja 48 domingos con victoria y 25 empates, 169 puntos 33 de los cuales conducen el conjunto reusense a la permanencia de plata. El director deportivo, Sergi Parés, habla del vitoriano y del cuerpo técnico que lo rodea como «el principal activo» de la entidad.
Hasta 100 fines de semana, estos, 100 partidos con que el entrenador ha ido estampando a sus hombres un sello de atrevimiento y fiabilidad en qué, ya lo avisaba de entrada, «el trabajo y el esfuerzo son innegociables». Y eso que su particular trayecto rojinegro no siempre ha sido plácido. Bajo la imagen dura con que se presentó en la vuelta a «casa», y una relación amor-odio con la afición que lo llevó a sentir el CF Reus como «el equipo donde más incómodo me encuentro jugando como local», los buenos resultados y la consecución de los objetivos fueron destapando otro Natxo González.
«Mi casa está en Reus»
El «que» reconocía «no mirar más allá del cortísimo plazo, del hoy y la mañana» a las puertas de la visita al Sardinero. El que a pesar de saber que la perfección no existe, tampoco se planteaba «dejar nunca de buscarla». O lo que admitía emocionado, a la sala de prensa del Estadio sólo minutos después de celebrar el salto en Segunda, que «Vitoria es mi tierra pero mi casa está en Reus» Pocas semanas atrás, el entrenador revelaba vivir un tramo feliz de su carrera deportiva, «satisfecho» por el rumbo del equipo en su debut en la plata y partícipe de una ilusión que permanece instalada en el vestuario rojinegro desde el pasado 30 de mayo.
Más de 9.000 minutos dirigiendo y los que el técnico, de personalidad detallista y perseverante habrá vertido a las instalaciones del Estadi, en 100 jornadas que han reventado registros y han trasladado el CF Reus a una nueva dimensión. La que lo llevará, este domingo, al Nuevo Estadio Los Pajaritos, y lo pondrá delante del Numància para acumular su partido 101.