«El daño|dolor|mal en la rodilla es un infierno, no quiero acabar con coixera»
Manolo Martínez se ha visto obligado a asumir que su carrera como futbolista profesional acabará el 30 de junio a causa de la lesión sufrida en el Mini Estadi en el último partido de pretemporada
—¿Qué es de Manolo Martínez?
—De la lesión estoy mal. He intentado por todos los medios volver a estar con el equipo y ahora lo que quiero intentar es tener una vida normal. El dolor en la rodilla es un infierno muchas noches. Ahora mismo, tengo que ser sincero y hay pocas posibilidades que vuelva a jugar a fútbol. No quiero tener cojera durante toda mi vida.
—Recuerde cómo se lesionó.
—Tuve una distensión del ligamento cruzado y pincé una parte del menisco. Parece ser que un trozo de cartílago también saltó. Hice un trabajo conservador tanto con los servicios médicos del Nàstic como con una persona que tengo de confianza en Alicante. Lo hemos probado todo, pero no he podido entrenar como quería. Demasiado dolor y demasiadas noches sin dormir.
—¿Cuál es su rol ahora en el equipo?
—Me centré en recuperarme para volver. Estoy viendo que será muy difícil que pueda hacerlo. Se me encomendó estar en el vestuario con mis compañeros para echarles una mano, y continúo por este camino.
—¿Ahora que sabe que no jugará, como afronta el tramo final de la temporada?
—Voy agotando mis opciones de volver a tener una vida normal. Me han pedido que esté con el equipo hasta finales de temporada.
—¿Por lo tanto, cuelga las botas?
—Ya he dicho que las posibilidades de jugar son difíciles porque he pasado un auténtico infierno. He sobrepasado los límites.
—¿Por lo tanto, Manolo Martínez ya no es jugador del Nàstic?
—Soy jugador del Nàstic hasta el 30 de junio. Tal como el año pasado, a pesar de no tener presencia en el campo, me consideraba una pieza importante, y ahora también lo veo así. Tengo el respeto del presidente, del club, de los compañeros y de la afición aunque ahora tampoco juegue con el equipo. Así pues, me siento completamente involucrado en este proyecto.
—¿Y, a partir del 30 de junio, qué?
—Tendremos que ver qué posibilidades hay. Me he formado para seguir vinculado en el mundo del fútbol. Me apasiona esta profesión, que he vivido con tanta pasión y tanta ilusión, pero ahora sólo tengo energía para ayudar a mis compañeros a conseguir la permanencia, que será el mayor hito de mi carrera deportiva.
—¿Era su sueño retirarse al Nàstic?
—Sí. Todo se ha precipitado un poco, pero sí que quería retirarme aquí, era mi intención desde el momento en que volví al Nàstic, con el equipo en Segunda B.
—¿Por qué lo ha hecho tan mal el equipo durante este inicio de temporada?
—Veníamos con unas virtudes, que este año no nos han servido. Nos hemos confundido en muchas cosas. Ahora, la realidad es que debemos brillar nuevamente. Somos frágiles, pero somos fuertes, con la humildad que siempre pide al entrenador.
—Cuando llegó Juan Merino aseguró que al equipo le faltaba humildad.
—Sí. Creíamos que éramos más de lo que somos. No tuvimos los pies en el suelo como marca la ley del Nàstic. El fútbol nos ha tirado en el suelo de un puñetazo.
—¿Y fue esta falta de humildad la que acabó con Vicente Moreno?
-Vicente dio un paso al lado porque lo creyó él oportuno. Es un trabajador incansable y se lo recordará como uno de los grandes entrenadores del Nàstic. Trabajó hasta el último día hasta conseguir lo que él quería, que era la permanencia.
—Una permanencia que todos veíamos lejana, pero que Manolo Martínez siempre veía factible.
—No hemos conseguido nada. Somos un equipo frágil, que puede caer como un castillo de arena. Todo eso ha cambiado porque hemos seguido una línea de trabajo y, al final, los resultados están llegando.
—¿Entiende el toque de atención del pasado viernes de Juan Merino?
—Sí. Merino será un entrenador de futuro del Nàstic, ya que tiene ADN Nàstic. Humilde, trabajador y, lo que es difícil, lo hace fácil. El equipo necesitaba a una persona que facilitara las cosas y creo que se ha acertado con su fichaje.
—¿Se ve en su cuerpo técnico la próxima temporada?
—Cuerpo técnico, no lo sé. Tiene un cuerpo técnico muy bueno. Yo estaría encantado de estar rodeado de grandes profesionales como lo es Juan.
—¿Hacia donde va el proyecto del Nàstic?
—Creo que la próxima temporada, después de conseguir esta ansiada permanencia, aprenderemos mucho más. Este año hemos visto las cosas desde otro prisma, ya que hemos tenido que aprender de los defectos. Hemos hecho un master en fútbol. Tenemos un futuro muy bueno, y creo que lo demostraremos.
—¿Se ha marchado en alguna ocasión en casa pensante que este equipo bajaría?
—He llegado a casa sin saber encontrar una solución al problema, y nunca me había pasado.
—La temporada pasada, entre noviembre y en febrero el Nàstic fichó a siete jugadores y, este año, en una situación terrible a la clasificación, contrata a cuatro. Se confiaba mucho en esta plantilla.
—Nadie se explica el cambio que protagonizó el equipo, ya que algunos jugadores que vinieron no ofrecían la versión que se esperaba de ellos, ni los que éramos la temporada pasada estábamos rindiendo sobre el previsto.
—¿El proyecto del Nàstic pasa por volver a jugar algún día a Primera División?
—Ahora mismo, creo que sería hablar de una meta demasiado alta jugando lo que nos estamos jugando. Este año hemos visto una realidad que no nos esperábamos.
—¿Cuál es la victoria más importante de toda la temporada?
—La de Zaragoza fue muy importante, ya que veníamos de una