La mitad de goles del Nàstic de Merino llegan a pelota parada
De las trece dianas que ha marcado el equipo con el andaluz en el banquillo, seis están después de un córner o una
Muchas cosas están cambiando en el Gimnástic de Tarragona. Los resultados del equipo en las últimas jornadas están siendo brillantes, tanto que la zona de descenso ha quedado ya a tres puntos a pesar de estar más de media vida a la última posición de la mesa|tabla clasificatoria. Las cuatro incorporaciones que ha realizado el club grana, aparte de las bajas que ha dado a lo largo de este mercado de invierno han dado su resultado. El equipo ha cambiado completamente su cara, su juego, su efectividad y, sobre todo, su situación clasificatoria.
Uno de los factores que ha ayudado al Nàstic a salir del pozo ha sido la mejora de cara a portería. Sin embargo, lo que más sorprende es la gran cantidad de dianas que han llegado a pelota parada desde el relevo en el banquillo. No tuvo suerte ni acierto el Nàstic 2016-17 con Vicente Moreno en acciones en pelota parada. Sólo se recuerdan los goles de falta directa de Juan Muñiz, pero el equipo no conseguía hacerse un agujero en el marcador en faltas indirectas o en acciones de córner.
Sorprende que, de las trece dianas que ha anotado el Nàstic de Merino, seis han llegado en acciones a pelota parada. Una auténtica burrada y, también, la certificación de que el Nàstic ha mejorado en un registro vital para sacar los partidos adelante, sobre todo aquellos que se encallan y que, por juego, cuesta llegar al área contraria. El casillero de dianas en pelota parada llegó en el segundo duelo con Merino. El Nàstic empató (1-1) en La Condomina contra el UCAM Murcia, gracias al rebote de un córner que cae a pies del ahora lesionado Luismi, quien agujereó la red contraria.
En el siguiente partido, el disputado a Lugo, 2-3 a favor del Nàstic, con dos de los tres goles procedentes de faltas laterales. En el primero, la fregaba Achille Emaná y la remataba en el fondo de la red su hermano Stephane y, en el segundo, Achille remataba a centrada de Gerard Valentín. Ya van tres. El cuarto, en la gran decepción que supuso el Nàstic-Alcorcón (1-1). Centrada de Tejera de falta, la peina Bruno Perone y remata, llegando con todo, Juan Delgado. Esta diana supuso un punto que acabó siendo decepcionante, pero que parece que se volverá muy importante.
El quinto, de Suzuki, en Zaragoza. En la victoria del Nàstic en La Romareda (1-2), el gol del delirio llegó también en una acción donde la pelota no estaba en movimiento. Estuvo en un córner, botado a la izquierda de la exgrana Saja. Se elevaba Xavi Molina para peinarla con la fuerza exacta para que apareciera Suzuki, y agujereara la red. Y el último, el de este pasado domingo, en el marco del Nàstic-Còrdova. En una falta botada por el cerebro y asistente Sergio Tejera, se quedaba solo Bruno Perone quien, saltaba, sin oposición, y marcaba pasando la esférica por encima del portero rival. Que no pare la fiesta.