La metamorfosis de Lobato

Cristian Lobato se ha convertido en uno de los fijos en el once de Juan Merino en el Gimnàstic de Tarragona. El futbolista barcelonés ha encontrado su sitio en una posición que no era habitual para él, como es la de carriler derecho, o lateral derecho, como se le quiera llamar, y ha pasado por delante de jugadores que son más específicos en esta demarcación.

Juan Merino, técnico grana, siempre ha manifestado que es «todo un lujo» tener un jugador como Lobato en su plantilla. Desde su llegada, el técnico ha intentado buscarle el lugar donde mejor pudiera explotar sus habilidades. Una lesión impidió que el futbolista contara con continuidad, pero, una vez recuperado, se ha convertido en una pieza indispensable y necesario en los esquemas del Nàstic.

Lobato siempre ha jugado escorado en la banda desde su llegada al Nàstic. Casi siempre, lo ha hecho por la derecha, ya que su juego lo permite hacer diagonales, entrar hacia dentro, y habilitar a sus compañeros con pasadas de calidad, muchas de ellas milimétricas. Por eso, Merino ha decidido ubicarlo a la derecha, donde Gerard Valentín, el único lateral derecho nato de la plantilla grana, no ha podido afianzarse.

En esta defensa de cinco hombres, Lobato tiene un rol muy especial. A pesar de partir desde la banda, tiene libertad para adentrarse en el centro del campo, ya que el central que actúa por banda derecha le cubre las espaldas cuando Lobato decide iniciar una aventura. Pero esta libertad que le ha otorgado Merino también le permite cambiar de lado, tal como se demostró durante el partido contra el Numancia en el Nou Estadi, cuando fue gran protagonista al asistir a Paro en el gol que inauguraba el electrónico. Una jugada en la cual Lobato se marcha por banda derecha, centra, y el «20» del Nàstic remata para situar el 1-0.

El equilibrio que aporta el hecho de jugar con tres centrales y el de tener un lateral izquierdo tan fiable defensivamente como Mossa motivan que el carriler derecho del Nàstic pueda obrar como él le parezca más conveniente, siempre pensando en buscar acciones ofensivas, por delante de defender y detener los ataques contrarios. Ahora mismo, el «9» del Nàstic se ha convertido en un futbolista imprescindible, y quiere seguir siéndolo hasta el final.