Será un camino muy largo

El camino del Nàstic hacia la permanencia a la Segunda División A será largo, muy largo. Así quedó demostrado este domingo, cuando los de Juan Merino vieron como una Almería práctico, y limitándose a intentar aprovechar errores, se llevó los tres puntos del Nou Estadi y volvió a poner en problemas en un Nàstic que llegaba de ganar a Valladolid y con la moral por las nubes.

Después de jugar con cuatro defensores a la Copa Cataluña, Merino volvió a la defensa de cinco Liga. No le gusta cambiar las cosas al entrenador del Nàstic, y todavía menos cuando|cuándo le están funcionando. Con Valentín como novedad en el carril derecho, el resto de defensores eran los esperados: Mossa en el lateral izquierdo y Suzuki, Perone y Bouzón en el eje.

La mayor novedad llegaba en el centro del campo, donde Wilfred Zahibo entraba como titular, al lado de Sergio Tejera, nuevamente cerebro y protagonista en todo el juego de creación de los suyos, y Lévy Madinda. Arriba, Stephane Emaná y Manu Barreiro, protagonistas. También lo eran, para estar en el banquillo, Juan Delgado y un Achille Emaná que ve cómo está perdiendo protagonismo en el equipo.

Se enfrentaban dos equipos de la parte baja, dos conjuntos muy necesitado de puntos, pero lo que empezó con más ansiedad fue el local. El Nàstic, en los primeros 20 minutos, puso nervioso tanto al espectador, como a cualquiera que pasara por allí. Indecisiones en defensa que motivaban que el miedo entrara en el cuerpo de los aficionados, y de los que no lo eran.

Para empezar, Gerard Valentín dejaba un pasillo inmenso por banda derecha, que aprovechaba Nano para ganarle la partida en velocidad cada vez que quería. Para continuar, Bouzón y Perone no se entendían sobre el césped y provocaban situaciones de peligro, como la del minuto 13, donde nadie de los dos desvía una acción de peligro, se enredan, y habilitan en Kalu Uche para disparar e intentar una vaselina a uno Reina que, atento, no permitía que nada pasara. Por si no fuera suficiente, cuatro minutos más tarde Mossa regalaba una esférica al rival en un mal desplazamiento. Fueron veinte minutos horribles, pero que podrían haber sido peores si un despiste en defensa global, o sea, de todo el equipo, hubiera acabado en gol de la Almería. Cuando|Cuándo todo el mundo reclamaba un fuera de juego, se plantó solo Uche ante|delante de Reina e, intentando un remate acrobático, se encontró con el meta. No lo era, de fuera de juego.

Pero, poco a poco, se fue entonando la conjunta grana. Bajo la dirección del siempre genial Sergio Tejera, Zahibo mejoró y también demostró buen trato de pelota y, sobre todo, buenos desplazamientos de 30 o 40 metros. En uno de estos, casi marca el Nàstic. Transcurría el minuto 36 de juego y Gerard Valentín, que había dejado atrás los despistes y se había entonado bastante, recibió por la derecha, se plantó al área y disparó con toda el alma a la escuadra izquierda de la portería de Casto. El meta, sin embargo, pudo desviar en córner. Todavía, antes del descanso, tuvo una clara el conjunto tarraconense. Tejera se plantó a la frontal, recortó delante de Morcillo, y este último tuvo que cometer falta para impedir que progresara el cerebro del Nàstic. Lo consiguió, pero se llevó la amarilla. La falta fue un poco desviada por encima del travesaño.

El Nàstic iba además, y quedaba toda la segunda mitad para certificar esta mejora y para intentar buscar el gol. Sin embargo, los primeros cinco minutos de la segunda parte de los tarraconenses volvieron a ser para olvidar. Erradas detrás, una detrás de la otra, hasta que casi marca Kalu Uche, aunque su tiro, desde el interior del área, chocó con el exterior de la red.

Poco a poco, se entonó un Nàstic que veía cómo su centro del campo funcionaba y, poco a poco, iba asumiendo más riesgos. La Almería aprovechaba los agujeros que dejaba Valentín en su banda derecha, pero Suzuki, ahora sí, y después de muchos partidos realmente malos, estuvo en todas, cortando el peligro que llegaba por su parte.

Empezó Juan Merino a mover banquillo, viendo que podía llevarse los tres puntos, pero que algunos futbolistas necesitaban refresco. El primer cambio, el de Juan Delgado, que entró para|por un discreto Stephane Emaná y después, el de Muñiz, para|por Madinda. Pero esta reestructuración, no posicional, sino de hombres, la aprovechó la Almería para subir el gol, el de Uche, no Ike, sino Kalu. Jugada enrevesada en el área, que sirve de cabeza Joaquín Fernández y remata en el fondo de la red al africano.

El 0-1 significó un palo, y de los grandes, para un Nàstic que tenía poco tiempo para poder reaccionar. Hizo lo que pudo un Juan Merino que miró al banquillo y vio en Uche. El sacrificado fue Suzuki, aunque no era uno de los pijors centrales del día.

Fue entonces cuando empezó la locura, un acoso total por parte de los jugadores del Nàstic hacia una Almería que, como es normal, se dedicó a perder tiempo, todo lo que pudo. Habría cambiado mucho el signo del partido si el árbitro hubiera señalado un claro penalti sobre Juan Muñiz, cuando el asturiano intentaba internarse por la izquierda. Entró, y Borja Fernández cometió penal sobre él, pero Gorostegui Fernández decidió que era falta, fuera del área. Y casi la marca el mismo Muñiz, pero se encontró con un Casto que, no se sabe como|cómo, se elevó hasta el cielo para desviar la esférica en córner.

Hasta el final del duelo, el Nàstic demostró más empuje que otra cosa, y entró en un baile de tarjetas con el rival que no lo benefició absolutamente en nada. Eso costará, y mucho.

FICHA TÉCNICA

Nàstic. Manolo Reina, Gerard Valentín, Daisuke Suzuki (Ucke, 77), Bruno Perone, Iago Bouzón, Mossa, Zahibo, Lévy Madinda (Juan Muñiz, 68), Sergio Tejera, Manu Barreiro y Stephane Emaná (Juan Delgado, 62).

Almería. Casto, Motta, Morcillo, Ximo Navarro, Crío, Joaquín (Diamanka, 84), Borja, Fidel, Quique (Juanjo Expósito, 89) y Kalu Uche (Corona, 76).

Goles. 0-1, Kalu Uche (72)

Árbitro. Aitor Gorostegui Fernández (vasco). Mostró la tarjeta amarilla a los locales Sergio Tejera, Mossa y Zahibo; y a los visitantes Joaquín Fernández, Morcillo, Ximo Navarro y Juanjo Expósito.

Incidencias. El Nuevo Estadio acogió a 8.327 espectadores.