La visita de la Huesca pone el Estadi en cuenta atrás: cinco citas para el final

El calendario de Liga vuelve el CF Reus en brazos de su afición. Dispuesto ya a olvidar el desafortunado 1-0 en el Anxo Carro que lo ha colocado, ahora sí, a la mitad inferior de la tabla. Con cuatro puntos de almohada y a ocho del play-off, los hombres de Natxo González entrarán este domingo en pleno cuenta atrás al Estadi. Cinco citas, añadiendo la del Huesca, tiene que disputar el equipo antes de despedir la temporada del debut en Segunda División. Y una auténtica montaña rusa que ha hecho pasar los rojinegros por absolutamente todos los estados de ánimo. Aparte del más inmediato rival, también Alcorcón, Zaragoza, Sevilla Atlético y Valladolid pisarán el feudo rojinegro antes del 11 de junio. Ceñidos a la clasificación y a la jornada 32, el Huesca es el invitado más complicado de los que todavía esperan. Y es séptimo, a un punto del Getafe que marca el límite de las opciones de ascenso.

La trayectoria en la plata resulta cruel para los de la capital del Baix Camp, y no tendría que serlo. Si se remontan a la primera vuelta, por el recuerdo de una irrupción brillante a la categoría que no ha tenido réplica en la segunda mitad de competición. Si se miran los resultados desde el parón de Navidad, porque no han alcanzado el listón, inasumible para cualquiera, de aquellas primeras jornadas de fútbol profesional. Sin embargo, CF Reus nunca ha dejado de creer. Y, como no lo ha hecho, tampoco se ha desentendido una afición que ha sabido responder a las exigencias de Segunda.

En las positivas, pero también en las dinámicas negativas, el Estadi no ha bajado últimamente de los 4.000 espectadores y ha acostumbrado el equipo al pleno de las localidades en los últimos encuentros. Contra el UCAM Murcia, en un partido que se resolvía en 0-0 a pesar de la amplia superioridad local, el contador del feudo reusense marcaba –según datos de LaLiga- hasta 4.129 espectadores. El paso del Gerona por AgroReus convocó 4.179 y el del Oviedo, en el 1-1 que arañaba a Ramon Folch, se lo miraron un total de 4.099 aficionados.

El pleno como rutina

Cifras como las que vertía la histórica ida del derbi contra el Nàstic (1-0) han ocurrido rutina en medida que avanzaba el curso. Club, cuerpo técnico y plantilla habían centrado los esfuerzos, en la previa de las últimas jornadas, al recordar a los suyos que los necesitan. Y que el objetivo de los 50 puntos no pasa por ningún otro campo que el Estadi. O que el tramo final de Liga agotará pronto las opciones de ver el CF Reus de Segunda en la versión doméstica. En este desenlace, no hará casi falta.

El apoyo de la gradería la ha visibilizado la categoría en la reivindicación constante contra rivales de altura. En penaltis no señalados, en los que han tenido que repetirse y en la diana visitante. En cada éxito, y han sido muchos, que jugadores y aficionados han disfrutado hasta minutos después del silbido final. Unos y otros esperan ampliar la cuenta el domingo, con una victoria que el campo del CF Reus no vive desde que se parara el Almería, el pasado 15 de enero (1-0).