«En casa tendríamos que llevar|traer un poco más el peso del juego»
El futbolista asturiano quiere cumplir el año de contrato que le queda, ya que está muy a gusto con «la ciudad, la gente, la afición, el club y la directiva»
—Qué montaña rusa de resultados en las últimas semanas, ¿no cree?
—Venimos en una línea un poco irregular. Es verdad que estamos sumando bastantes puntos, aunque este fin de semana tropezamos en casa, cosa que no esperaba a nadie. Esperábamos dar una vez olpe encima de la mesa y separarnos de la zona baja, pero dejamos escapar los puntos. Ahora toca una salida complicada, a Mallorca, contra un rival directo, y toca sumar los tres puntos para continuar con la dinámica anterior.
—¿Qué importancia tenía dejar de ser colistas?
—Ser último te hace jugar mucho más nervioso, con más presión. El hecho de dejar la última posición y la zona de descenso te permite jugar mucho más relajado, con más confianza y más tranquilidad.
—¿Qué cree que pensarán los equipos que los han visto media liga como colistas?
—Enfrentarte a un equipo de la parte baja de la tabla es muy complicado, porque sale al campo como si fuera siempre una final, ya que sólo le vale ganar.
—¿Por qué ha reaccionado tan positivamente el equipo?
—Nos sacamos un gran peso de encima por el hecho de dejar de ser últimos, ya que te cohíbe a la hora de jugar. Lo haces sin confianza.
—¿Y por qué no acaba de arrancar y tirar arriba?
—Tendríamos que ser un poco más regulares porque, cuando parece que nos alejamos de esta zona, dejamos de hacer cosas que nos funcionaban, y que a Segunda División son vitales para puntuar. Este fin de semana dejamos de hacer cosas que en otros partidos estábamos haciendo bien. Son pequeños detalles.
—¿Qué le falta al equipo en casa?
—Quizás en casa tenemos una pizca más de responsabilidad de tener que llevar el peso del partido. Cuando jugamos fuera, quizás estamos más cómodos cuando estamos detrás y salimos al contraataque. Pienso que tendríamos que llevar un poco más el peso del partido, la iniciativa del juego.
—Precisamente, Usted volvió a jugar este domingo. ¿Cómo se encontró?
—Me encontré bastante bien. Ya había jugado a la Copa 90 minutos, que me sirvieron para coger un poco de ritmo.
—¿Fue penal o falta?
—Yo creo que fue fuera del área. Por poco, pero fuera.
—En pelota parada es usted todo un demonio para el resto de equipos. ¿Le gusta que siempre destaquen de usted esta faceta?
—Sí, claro está. Es uno de los puntos fuertes que tengo, y que el equipo puede aprovechar.
—¿Por qué cree que perdió protagonismo?
—Es una pregunta que tendría que contestar el entrenador. Sigo entrenando con la misma actitud, pero cada entrenador es un mundo. Con este nuevo entrenador, tenemos un sistema diferente. El fútbol es así.
—¿Opina que, a partir de ahora, jugará más?
—También le tendríais que preguntar a él.
—¿Cómo está viviendo el vestuario la situación de Achille Emaná, que lleva dos partidos ya sin jugar?
—Si no juega Achille es porque lo está haciendo otro que lo está haciendo bien. Somos una plantilla amplia y decide él. Todos estamos capacitados para jugar. Va rotando, y Achille tuvo sus partidos.
—¿Como ve a su Sporting?
—Complicado. Se sabía que sería una campaña muy complicada, ya que en Primera siempre es un equipo que lucha por no descender.
—¿Cuáles son sus planes para la próxima temporada?
—Me queda un año de contrato aquí. Estoy muy a gusto con la ciudad, la gente, la afición, el club y la directiva.