El peor visitante contra el recuerdo lejano de la última victoria en el Estadio

El próximo invitado al Estadi no asusta. O, como mínimo, no lo hacen las cifras que, hasta ahora, ha recogido lejos de su feudo. El Alcorcón pisará la capital del Baix Camp con la etiqueta del peor visitante de la categoría. También, pero, con tanta necesidad de sumar como puede poner el hecho de llegar instalado en la vigésima plaza, en posiciones de descenso. Con 36 puntos que marcan dos de diferencia con respecto al límite de la salvación, no extraer nada de la casa roig-i-negra supondría para los madrileños quemar otro de los cartuchos, y uno de los decisivos, en este tramo final de temporada. En el total de las 34 jornadas completadas, el equipo ha celebrado una única victoria. Estuvo en Huesca, en el partido de segunda vuelta y a mediados del mes de enero. David Navarro marcó, a siete del cumplimiento del tiempo reglamentario, el gol que colocaba a un 0-1 definitivo.

El recuento de desplazamientos deja siete puntos en la cuenta del Alcorcón. Y tienen forma de este triunfo solitario y cuatro empates, contra Numància (1-1) en la jornada 3, ante el Sevilla Atlètic (0-0) en la 7, en el terreno de juego del Nàstic (1-1) en la jornada 25 y delante de Elche (0-0), en la 29, el pasado 10 de marzo. Desde entonces, el conjunto que dirige Julio Velázquez, no ha vuelto a puntuar más allá de los límites de Santo Domingo. A domicilio, el Alcorcón ha rubricado seis dianas y ha encajado 26. La mayoría, antes de llegar a la media parte.

El último traspié, sin embargo, fue en casa, y contra el Getafe. El 0-3 del pasado fin de semana ha acabado de hacer saltar las alarmas y el próximo oponente del CF Reus viajará convencido de que tiene que rascar alguna cosa en el Estadi. El premio que se pone en juego, sin embargo, tampoco no es poca cosa para los roig-i-negres. Y es que pasar por encima del Alcorcón significaría poner distancia con uno de los oponentes en lucha por la salvación y, al mismo tiempo, destacarse de una zona de la tabla ajustada y convulsiona, donde cualquier error puede pagarse cara al desenlace de la competición.

Un regalo para la afición

En contra de los de Natxo González jugará el lastre de una retahíla de partidos sin conseguir brindar una victoria al Estadi. La última la sellaban los roig-i-negres todavía en febrero, en un duelo contra el Almería que se resolvía por la mínima. La plantilla ha centrado la semana en pedir a la afición que mantenga la apuesta que hizo a principios de temporada y vuelva a llenar el feudo de la capital del Baix Camp en un enfrentamiento crucial.