Carbia y un precedente para la ilusión

El mejor aval del CF Reus en la visita al Nou Estadi tiene fecha y tiene resultado: y es la ida que Fran Carbia decantaba, el pasado 20 de noviembre, del lado rojinegro con un gol espléndido en el minuto 56, asistido por Alberto Benito. La imagen del tarraconense perforante la portería de Dimitrievski habrá quedado para siempre en la retina de 4.197 espectadores, cifra que hacía el pleno del Estadi en una jornada para la historia, el primer derbi de Segunda División. Fran, entonces pichichi en solitario y en su mejor momento goleador, completaba el sueño del debut al fútbol profesional regalando a su afición una cita en rojinegro. Y culminando una primera vuelta que tenía conciencia de ensueño en la capital del Baix Camp.

Como el hito había sido peculiar, también la celebración lo fue. La inmediatamente posterior a batir al arquero del Nàstic era para Cristina, la pareja del delantero, una letra C con que Fran agradecía el apoyo a ella y a su familia, presente en la gradería. A partir de aquí, Querol, Ángel Martínez y alguno más se añadieron para apuntar al equipo a la moda del Mannequin Challengue. Era, quizás, una manera de resolver la tensión que acompaña este tipo de encuentro. De reducirlo todo, de alguna forma, a una sola escena que cinco meses y un puñado de jornadas no han hecho olvidar.

Para el 1-0, pero igualmente por el largo trayecto que lo había conducido hasta aquel partido, hasta esta temporada, hasta el salto al fútbol profesional, Fran Carbia se convertiría, poco más tarde, la primera renovación del club en la 2016-17. En la escenificación del acuerdo en la sala de prensa del Estadi, el consejero delegado Joan Oliver se refería, medio en broma, y apuntaba la «suerte de que firmamos antes del partido porque, si no, nos habría costado un poco más». El delantero tampoco ha escondido nunca el sentimiento recíproco de agradecimiento con la entidad reusense y, justo después de rubricar el nuevo contrato, decía que «no volveré a sentir por ningún otro lo que siento por el CF Reus». Palabras valiosas del jugador revelación, a su vez parte de uno novel que deslumbraba a los rivales de Segunda.

Dianas determinantes

Las impresiones de la categoría sobre el futbolista, en un momento de complicada digestión tanto para Fran como para todo el bloque del ascenso a la plata, las resumía el mismo artillero: «Después de los partidos, me está costando muchísimo dormir. Cuando volvemos en bus y llegamos tarde a casa, pienso. Le doy vueltas a la cabeza. Recuerdo la etapa de juvenil, la etapa del paso por La Pobla, todo lo que me ha costado llegar hasta aquí».

Ahora que ha dejado atrás la cifra redonda de 100 partidos de Liga defendiendo la camiseta del CF Reus, y que exhibe cifras de veterano a pesar de formar parte de la buscada generación del 92 en base a la cual Parara diseñó los planes de Segunda, Fran mira atrás y sonríe. En su cuenta, en este periplo, goles como el que colocó el CF Reus en el mapa futbolístico estatal y que hizo soñar la Avellana Mecánica con vencer el Atlético de Madrid, en la noche de las estrellas de Copa que ha quedado para la leyenda del Estadi. O el primero que los seguidores rojinegros celebraron, como equipo de Segunda, en casa.