Cruzar la meta y tirar la vista atrás
Con 48 puntos y cerca de la permanencia en Segunda, el momento dulce pone en valor la temporada del CF Reus
Ya están. O, como mínimo, se acercan. El CF Reus friega el umbral de la permanencia en Segunda después de que los tres puntos de la victoria contra el Zaragoza (1-0) hayan acumulado 48 en su cuenta y pongan con la zona roja un margen de seis. La inercia positiva del derbi en el Nou Estadi (0-1) genera un nuevo loop en la montaña rusa en que se ha convertido la temporada para los rojinegros, y los catapulta a la décima plaza cuando quedan cinco jornadas y 15 puntos para resolver el campeonato. Un poco más abajo se entrega toda una guerra por la salvación de que ha implicado UCAM Murcia, Almería, Córdoba, Elche y Nàstic, y donde los hombres de Natxo González celebran no encontrarse al menos hoy.
De mirarse de demasiado cerca la Segunda B a recuperar, medio en broma y medio, seriamente los cálculos hacia un play-off que se sitúa a siete puntos de distancia. En estos términos se mueve la categoría. Y un CF Reus donde el mismo entrenador advertía irónico en rueda de prensa, después de que Querol anotara este domingo el gol de la victoria, que «nosotros somos así. Ahora hablaremos de play-off. De una semana a la otra cambian totalmente las cosas. Yo no cambiaré. Y mi equipo no cambiará. Al final, somos conscientes de que los últimos seis puntos son importantes e intentaremos conseguir el objetivo el más rápido posible». «Cuándo queden dos jornadas, si estamos cerca del play-off ya lo discutiremos», añadía, «pero no. Seamos sensatos todos».
El precio de la segunda campaña consecutiva en la plata oscila «no sé, entre los 49, los 51 puntos» y se presenta, después de una vorágine de 37 jornadas, relativamente propicia para los de la capital del Baix Camp. Los últimos seis los ha encadenado el CF Reus en dos victorias consecutivas –que se añaden a seis partidos seguidos sin encajar– para apagar las alertas de la mitad inferior de la tabla. El resumen, el carácter de un equipo que empezó a forjarse tres cursos atrás, el de siempre: mejores cuanto más elevado es el reto, propensos a la sorpresa, capaces de cualquier hito que no esté en los planes y, sobre todo, convencidos de que al «luchar como hermanos» radica la clave de toda una temporada que el tiempo pondrá en perspectiva.
Rivales con urgencias
Ahora, y con el 90% del trabajo hecho, el calendario tampoco allanará el camino. El próximo oponente de los rojinegros se presenta en forma del Córdoba, hundido en la decimoséptima plaza en el múltiple empate a 42 puntos donde participan también Almería, Elche y Nàstic. Después, y hasta el desenlace de Liga, Sevilla Atlètic, Valladolid, Elche y Almería completan este último tramo exigente y enigmático. En Reus, con todo, soplan vientos optimistas. Los que ha levantado el triunfo en el derbi que decanta del lado rojinegro la ida y la vuelta del primer duelo con las granas a la Segunda División. Y los que todavía empujaban al equipo al partido con el Zaragoza. Precisamente el 1-0 en el minuto 26 reconciliaba los de la capital del Baix Camp con una afición que, en medio de los mil estados de ánimo que habrá atravesado antes de completar la jornada 42, los silbó contra el Alcorcón y el domingo pasado los llevaba en brazos hasta el Estadi.
El objetivo en lo que queda, sellar la permanencia lo más pronto posible para poder hacer aquello que la plantilla ha deseado desde que pusiera el primer pie a la temporada: disfrutar, sin presiones, de la categoría en el año del debut en Segunda División.