El Reus Deportiu vuelve a reinar en Europa

Ha tenido que pasar exactamente ocho años para que el Reus Deportiu vuelva a coronarse Rey de Europa. Además, lo hace por la puerta grande, pasando por encima del Otro finalista, un Oliveirense que se marchó de Lérida con un 4-1 en contra y la sensación de impotencia que tiene el hecho de caer goleado en una segunda mitad completamente rojinegra.

La de este domingo es la octava Copa de Europa del Reus Deportiu La Fira, un título que hacía demasiado tiempo que se resistía y que volverá a las vitrinas del club de una forma más que merecida.

El Reus Deportiu siempre promete emociones fuertes. Es, de todos los equipos españoles, lo que más al ataque juega y, a nivel europeo, probablemente también. En frente, un Oliveirense que tenía una cosa clara: no se pondría nervioso en ningún momento y esperaría detrás bien puesto.

Pero tuvo que pasar en el plan B el conjunto portugués, ya que este Reus vibrante y ofensivo movió el electrónico cuando habían pasado sólo dos minutos de partido. Raúl Marín, el capitán, muy pasional durante toda la Final en Cuatro, puso a un 0-1 que hizo levantar de sus asientos a los aficionados del Reus.

No se podían poner mejor las cosas para un Reus Deportiu que llegaba relativamente fresco al partido a pesar del gran esfuerzo que tuvo que hacer por derrotar, el sábado, en el Benfica en el enfrentamiento de semifinales, disputado el sábado por la tarde. Se abrió el duelo, pero no sólo atacaba el Oliveirense, conducido ofensivamente por Jordi Bargalló, sino que los reusenses nunca dejaron de buscar la segunda diana.

Joan Salvat, en el 19,’ disparaba fuerte, pero Xevi Puigbí, portero catalán de los portugueses, desvió el peligro de forma brillante. Tres minutos después, el mismo jugador se tropezaba consigo con la madera después de una gran jugada personal.

A un minuto y medio del descanso, sería protagonista un ex del Reus Deportiu, Jepi Selva, objeto de penalti por parte de Raúl Marín. Un penal|penalti acostumbra a ser medio gol para cualquier equipo, excepto para aquellos que tienen en frente un portero como Pedro Henriques. El portugués cedido por el Benfica volvió a convertirse en héroe, desviando el penal|penalti, instantes antes que empezara toda una locura de tarjetas azules por parte de los dos equipos. Matías Platero, primero por el Reus, antes de que las vieran Albert Casanovas y Marc Torra. En la misma acción que los dos últimos, una disputa en pista, se marcharon hacia el banquillo con azul Jepi Selva y Ricardo Barreiro. Se aprovechó de la situación Cancela para, a 25 segundos del final del enfrentamiento, marcar una falta directa y situar el empate a un gol con que se llegaba al final de la primera mitad.

Ahora bien, el segundo acto fue otra cosa. El dominio de los reusenses fue total. Como si se tratara de una apisonadora, el conjunto de Enrico Mariotti acabó pasando por encima de los portugueses. Albert Casanovas, en el 32,’ aprovechó que Xevi Puigbí estaba tapado y marcó el segundo. Sólo dejó pasar tres minutos a Raúl Marín para intentar anotar el tercero, aunque se encontró con un buen Puigbí, meta que no pudo hacer nada en el 40’ para evitar la diana de Marc Torra, que representaba el 3-1. El delantero recibía la bola aparte izquierda, iniciaba una carrera infernal, y colocaba la bola en el fondo de la red. Diez minutos, y todo controlado.

Pero no llegaría la sentencia absoluta hasta el 41’. Marc Torra, uno de los mejores jugadores durante la final, marcaría gracias a un misil que no podía parar al portero. Extrañamente, fue una final plácida para un Reus Deportiu que vuelve a hacer historia y que consigue la octava Copa de Europa.