El CF Reus quiere hacer a la afición cómplice de la permanencia certificada a Segunda

La penúltima cita en el Estadi plantea la oportunidad perfecta de certificar la permanencia a Segunda y brindar el cierre local de campeonato, contra el Valladolid y dentro de dos semanas, a la afición que ha colocado en cifras de récord el feudo rojinegro esta temporada. Con 48 puntos en la cuenta y junto a un umbral que podría acabar un pelo más allá de los 50, los hombres que dirige Natxo González recibirán mañana la visita de un Sevilla Atlético que llega después de asegurarse la plaza a Segunda y excesivamente lejos, al mismo tiempo, de la zona de play-off. El portero Edgar Badia, hoy Zamora de la categoría en el año en que ha debutado, no escondía hace pocos días «que sería bonito salvarnos en casa» y que la plantilla «trabaja para dar lo mejor» en cada enfrentamiento. También contra el filial sevillista, el primer oponente de esta cuenta atrás de cuatro, el CF Reus aspirará al premio íntegro que deje el trabajo hecho para «poder disfrutar».

Los rigores de la segunda vuelta no han hecho perderse la cosecha de la primera mitad de Liga y este tramo final con muchas más luces que sombras pone en perspectiva el trabajo del novel rojinegro. Y eso que percibirla no siempre ha sido fácil. Por las dinámicas negativas que se alargaron más allá de la paciencia de un sector de los seguidores y por la montaña rusa a que estos subieron al inicio de temporada y que los ha mantenido entre el orgullo y el desencanto hasta hace pocas semanas. La victoria a la vuelta del derbi en el Nou Estadi, gracias a un gol de Máyor prácticamente sobre el silbato final, acabó de reconciliar equipo y gradería y abrió una ventana de buen tiempo en el ascenso del CF Reus hacia la salvación. Aprovecharla o no ha sido, sencillamente, a manos del vestuario, que ha sabido hacerlo. El último gran paso adelante lo consumaron los de la capital del Baix Camp contra el Zaragoza, donde el acierto de Querol les puso en el bolsillo la mitad del objetivo del curso.

Culminar el trabajo y disfrutar

Contra el Sevilla Atlético, de hecho, el rival tendría que ser más el propio CF Reus que el conjunto andaluz. Porque los resultados han sido mejorables esta campaña en el Estadi y porque el equipo ha demostrado responder mucho mejor siempre que se ha mirado cerca un abismo de que ahora se muestra a cierta distancia. En el no agotar, esta vez, todo el margen antes del desenlace de Liga estará la clave para regalar a la afición un último tramo centrado en el disfrute. De cualquier manera, un hecho marcará especialmente la cita con los de Diego Martínez: las bajas forzadas, por la decena y la quinta amarilla respectivamente, del mediocentro y capitán Ramon Folch y del lateral Alberto Benito. El de mañana el sábado será el segundo partido que se pierda Folch de que arrancara la temporada. El primero fue, también, para cumplir ciclo. Con respecto a Benito, reaparecido de los problemas en el hombro delante del Nàstic, encadenaba tres titularidades consecutivas antes de quedar sancionado contra la Córdoba.

El 1-0 en el partido con el Zaragoza puso fin a casi cuatro meses sin victoria en el Estadi. Sumar la segunda de consecutiva podría significar abrazar finalmente una permanencia deseada y buscadísima, y hacerlo ante la afición.