Las gradas del Nou Estadi también remontaron
La afición del Girona, más ruidosa al inicio, se diluyó a medida que pasaron los minutos y acabó derrotada
No parecía que el Nàstic jugara de local. Al menos, antes del partido. Y es que la afición gerundense había invadido los entornos del Nou Estadi. Esperaban la llegada de los suyos, y estos entraron en el campo aclamados como si se tratara de los campeones de Europa. No se jugaban tanto, pero sí había sobre la mesa hacer historia y alcanzar el hito mayor de la vida del club gerundense.
Esta mayoría gerundense se fue diluyendo a medida que avanzaron los minutos. La afición visitante fue entrando en el campo, colocándose en la Preferente Alta, zona habilitada para ellos por parte de un más que generoso Nàstic, que accedió a la petición de 1.500 entradas que realizó Delfí Geli, presidente de la entidad gerundense. Nadie en Girona se podrá quejar, ya que se los dio más de lo que se puede pedir.
Poco a poco, se fue diluyendo esta mayoría gerundense hasta que los aficionados del Nàstic fueron entrando en el campo. No llenaron, pero se acercaron.
La segunda mitad, en las graderías, fue completamente del Nàstic. Afición y jugadores supieron forjar una comunión que acabó con los de Gerona completamente mudos y con un Nou Estadi cantando el Amparito Roca.