No es ningún secreto que al hasta ayer entrenador del Barça, Luis Enrique Martínez, le apasiona el ciclismo. Siempre que puede (ahora tendrá más tiempo, ya que esta temporada no entrenará a nadie), coge la bicicleta y se escapa a algún lugar atractivo para pedalear.
Este lunes se lo vio en el restaurante Sant Jordi, del municipio de Querol, donde el asturiano hizo paro para desayunar y para coger fuerzas para continuar con su actividad.