Frutos de un proyecto vinculado muy estrechamente a su entrenador
La consecución de la permanencia en Segunda cierra un ciclo para el CF Reus y para Natxo González, a quien el club había ofrecido la renovación en invierno
«La permanencia es ya matemática, y eso nos hace muy felices. Objetivo alcanzado. Prácticamente lo teníamos consolidado antes de esta jornada. Ahora nos planteamos otro tipo de retos». Son palabras de Natxo González después de cerrar el 1-1 con que confirmaba, en el césped del Martínez Valero, las cuentas que había dejado previamente resueltas el Alcorcón al caer en manos del Tenerife. El siguiente listón, el entrenador del CF Reus se lo fija al mantener la tensión competitiva hasta el final, muy consciente de que «no es fácil después de conseguir lo que se presentaba como el más complicado, pero este equipo no ha decepcionado nunca en esfuerzo y corazón».
Valladolid y Almería esperan en un último tramo de campeonato en qué el conjunto rojinegro llega desde las aguas tranquilas de la mitad de la tabla y a punto de materializar el deseo de decir adiós entre los 12 primeros clasificados. El primer despido, lo que ofrecerá este domingo el Estadi, lo será muy probablemente también para uno de los grandes artífices de este exitoso proyecto rojinegro.
El equipo cierra aquí un ciclo y con él lo hace también su técnico, carismático y rotundo, transparente y singular en muchos aspectos, amado y odiado por la gradería, a quien el club había puesto encima de la mesa, coincidiendo con el último día del mercado de invierno, una oferta de renovación. Lo explicaba el conseller delegado del CF Reus, Joan Oliver, en la comparecencia de prensa para escenificar la renovación del portero Edgar Badia y después de que la prensa aragonesa anunciara un acuerdo para dirigir el Zaragoza, cuando decía que con la propuesta «Natxo estuvo encantadísimo. Y su respuesta fue que, en aquel momento, su prioridad era el objetivo». La previsible salida del técnico, que se podría marchar acompañado de otros jugadores de la actual plantilla, no lo ha confirmado nunca el propio Natxo González. Con todo, al momento que se produzca, habrá dejado la rúbrica del vitoriano en algunas de los más brillantes episodios del pasado reciente rojinegro.
«Vuelvo a la que era mi casa»
Bajo la misma batuta el CF Reus disputó su primer play-off en dirección a Segunda, consumó el salto en la campaña inmediatamente posterior y acaba de atar la plaza al fútbol profesional para la temporada 2017-18, donde cerca del 50% de la plantilla mantiene contrato todavía en vigor. Y regaló a la ciudad una noche de las estrellas con el paso del Atlético de Madrid por su Estadio, en una eliminatoria de decimosextos de Copa del Rey donde el CF Reus escribió su nombre al mapa futbolístico estatal donde continúa bien visible con letras de plata. A su trayectoria, el mérito de haber acumulado dos ascensos al banquillo rojinegro, en sus dos etapas en el club. «Vuelvo a la que resultó mi casa durante cuatro años y donde viví momentos buenos y también delicados. Este era el proyecto ambicioso que buscaba y aquí no me faltará profesionalidad, compromiso ni trabajo,» apuntaba el 2 de junio del 2014, de vuelta en Reus.