Todavía queda un último esfuerzo
El Nàstic tiene que tener bien presente que todavía no ha conseguido nada; ganar al Girona y al Tenerife no sirve si no se remata el trabajo
La euforia que ofrece el hecho de haber derrotado al Girona y al Tenerife en las dos últimas semanas tiene que desaparecer completamente. Jugadores, técnicos y club en general son muy conscientes de que todavía queda el más difícil.
No es suficiente con el hecho de pensar que un empate este sábado (las ocho y media de la noche) contra el UCAM Murcia resulta suficiente para poder alcanzar la permanencia. Sí que es cierto que, a nivel clasificatorio, sumar un punto supondría la salvación automática del Nàstic, pero el equipo no se puede conformar con una igualada, ya que si sale a empatar puede acabar muy maltrecho.
El ritmo de venta de entradas es bueno, y el club prevé que el Nou Estadi se llene completamente este sábado. La afición es imprescindible para poder empujar al equipo hacia la permanencia, pero esta circunstancia no es suficiente. El equipo tiene que ir a por|para todas desde el minuto cero y pensar que es más que una final, un partido en cara o cruz donde los tres puntos se tienen que quedar en casa.
Muchos habrían firmado llegar a estas alturas de la temporada dependiendo de ellos mismos para poder conseguir la esperada permanencia. Hace tan sólo cuatro o cinco meses el equipo estaba hundido a la clasificación, esperando una resurrección que ha acabado llegando, pero que no servirá para nada si este sábado por la noche no se completa con un buen resultado que pueda mantener el equipo en categoría profesional.
El club decidió realizar un cambio de rumbo al banquillo cuando sólo faltaban tres jornadas para la finalización del campeonato. Lo hizo pensando que el equipo se marchaba a Segunda B y que había que realizar un último zarandeo para evitar volver al infierno. Para los que dicen los resultados de las últimas dos jornadas, ha sido una decisión acertada, ya que la llegada de Nano Rivas ha dado sus resultados. Eso es lo que necesitaba el equipo, resultados que lo ayudaran a remontar y a volver a salir de la zona de descenso de donde ahora no forma parte.
Cuatro son los equipos que se tendrán que jugar la última plaza que obliga a bajar a Segunda B. Mirandés, Mallorca y Elche ya son conjuntos que la próxima temporada jugarán a la categoría de bronce, y Alcorcón, Almería, UCAM Murcia y Nàstic se disputarán esta última plaza donde los de Nano Rivas no quieren acabar cayendo.