El Nàstic se tomará con calma la elección del entrenador de la campaña 2017-18
Nano Rivas es el mejor colocado después de salvar al equipo con tres victorias seguidas, pero la decisión no se tomará de inmediato
El Gimnàstic de Tarragona ya ha celebrado, ha descansado, y ahora toca volver al trabajo. El club quiere hacer las cosas bien, con calma, y con la tranquilidad suficiente para intentar equivocarse el mínimo. Pensar y decidir en frío es la mejor manera que hay para acertar en un porcentaje elevado.
Ahora, el primero que tiene que hacer el club es decidir quién será el entrenador que comande el equipo la próxima temporada. No hay que correr. Esta es la premisa que, desde lo que más manda hasta el que menos, se han marcado a la hora de aportar opiniones, puntos de vista y, después, decidir quién se sentará en el banquillo.
No puede volver a suceder lo que pasó esta temporada. Que hayan pasado tres entrenadores por el banquillo del Nàstic es un claro indicativo que alguna cosa se ha hecho mal. Una, o más cosas. Pero todo tiene solución, y perdón. El hecho de haber mantenido la categoría ha atenuado un poco la mala temporada realizada que, al fin y al cabo, ha acabado con el objetivo completado.
Nano Rivas es una opción que gusta mucho, eso es cierto, pero todavía no está decidido que tenga que ser él el que tenga que continuar. No está decidido ni por parte del Nàstic ni por la del técnico. Sí que es cierto que el presidente del Consejo de Administración, Josep Maria Andreu, explicó después del último partido de Liga que su máximo deseo era que continuara Nano. También lo es que el mismo Nano, en la rueda de prensa posterior al partido contra el UCAM Murcia detalló que «de motivos deportivos, no hay porque|para que yo no tenga» que «continuar». Pero no hay acuerdo.
No hay acuerdo, precisamente, porque todavía no se han sentado y han puesto las cartas sobre la mesa. En los próximos días tiene que haber una reunión, que se convertirá en más encontradas futuras, ya que concretar el fichaje de un entrenador no es flor de un día.
Por su parte, el Nàstic no tiene la intención de firmar un entrenador simplemente para que haya ganado tres partidos que han servido para alcanzar la permanencia. Sí que es verdad que la llegada de Nano Rivas cambió sustancialmente al equipo y que los nueve puntos de nuevo le dieron la permanencia a un Nàstic que se veía sumido al descenso, pero que se acabó salvando. Quiere encontrar más motivos (que existen) para firmar un entrenador de presente y de futuro que pueda aportar la tranquilidad que reclama el club.
Y con respecto a Nano, él tampoco tiene decidido al cien por cien que quiera quedarse. Está completamente desvinculado del Getafe, pero existe la posibilidad de que el club madrileño lo quiera para el primer equipo la próxima temporada. Nano ha sido el entrenador del Getafe B esta temporada, a Tercera División, finalizando en sexta posición de su grupo, pero los azules lo tienen en mente también en clave de futuro. El primer equipo del Getafe está en plena disputa de la promoción de ascenso a Primera División. Si no consiguiera el ascenso, el club tiene muy presente la posibilidad de contar con Nano Rivas.
La decisión sobre el nuevo entrenador no se tomará esta semana. Quizás, tampoco la próxima semana. El técnico tiene que tener asumido que no valen medias tintas. El Nàstic irá por|para todas la próxima campaña y no resistirá un inicio de temporada tan negativo como el de la que acaba de acabar. Hasta tres entrenadores tuvieron que pasar por el banquillo del Nàstic durante la 2016-17, causa motivada, siempre, por los malos resultados. Vicente Moreno dejó el equipo colista. Juan Merino, con los fichajes del mercado de invierno, consiguió remontar, pero tampoco salió del pozo. Y no tiene que volver a pasar.