Falta de contundencia
Al contrario que el Oviedo, el Reus no aprovecha las ocasiones de su buen inicio y acaba encajando la primera derrota de la temporada
El CF Reus Deportiu no aprovechó ayer su buen inicio de partido y acabó goleado en casa del Oviedo (3-0), el primer rival que ha batido a los reusenses. Los azules consiguieron romper ayer la sensación de solidez defensiva que acompañó los rojinegros la temporada pasada, y que habían exhibido también en los dos primeros partidos. No tanto por los tres goles, donde hubo en general más mérito local que demérito visitante, sino por la gran cantidad de ocasiones con que los azules podrían haber ampliado su marcador. Los rojinegros sin embargo, una vez más, volvieron a contagiarse de la falta de efectividad que arrastran desde la pretemporada.
El CF Reus Deportiu salió al terreno de juego con valentía, con ganas de empezar dando un puñetazo sobre la mesa de Carlos Tartiere. Sin avassallar los locales, sí que ganó el control de la posesión y generó las ocasiones más claras en el arranque del partido. Íñiguez tuvo la primera en el minuto 2. Al igual que ya había hecho el domingo pasado contra el Nàstic, conectó una centrada de córner con un golpe de cabeza que salió no demasiado lejos de la portería, ayer regentada por Juan Carlos.
Máyor tuvo otra diez minutos más tarde. Borja Fernández, que ayer fue uno de los mejores, recibió una pasada en el espacio que aprovechó con un golpe de tacón, dejando la pelota muerta en el punto de penalti para que rematara al alicantino. La defensa local, muy atenta, bloqueó el chute antes de que pudiera crear problemas a su portero.
Poco a poco, el Oviedo fue ganando terreno a los rojinegros, y los avisos ofensivos cambiaron de color. El 4-4-2 de los asturianos dio más control a los rojinegros en el círculo central, pero casi anuló las bandas, las correas que habían transmitido con tanta rapidez el ataque reusense en el partido del domingo contra el Nàstic. Al Reus se le iba haciendo cada vez más pesado salir de su campo, y cada vez iba perdiendo pelotas más comprometidas. En la primera llegó un chute lejano de Cotigno, después una pasada en el espacio de Berjón que Johansson controló mal, dando tiempo en Bahía para salir y hacerse con el control de la esférica antes de que pudiera disparar, y después una centrada dentro del área que Toché remató con el pecho, muy desviada.
En el minuto 26, Olmo tuvo que rechazar otra pelota dentro del área reusense, que fue a parar a los pies de Christian. Este envió una pelota bombardeada a Toché que, de espaldas en la portería de Edgar Badia, no dudó a soltarla de chilena, enviándola fuerte y colocón en el fondo de la red por la izquierda de Badia. Cuando los reusenses todavía se estaban sobreponiendo del golpe, Folch remató desde la frontal un rehueco de Badia, que salió no muy lejos del palo derecho del portero reusense.
Después del remate de Folch, Máyor habría podido cambiar el signo del partido solo ante el portero pero, al igual que pasó el domingo con Querol, la pelota murió a manos del guardián de los tres palos. Siempre atento, el alicantino aprovechó un enredo entre los dos centrales del Oviedo cuando estos intentaban rechazar un pase largo sin peligro aparente. Máyor vio antes que nadie que se le abría un pozo de petróleo, pero a la hora de definir chutó en el cuerpo del portero, desperdiciando la ocasión más clara que los rojinegros tuvieron ayer.
La golpe recibido y la ocasiín fallada afectaron los ánimos rojinegros, que pasaron unos minutos de desconcierto. Edgar Badia tuvo que hacer de Edgar Badia con un remate dificilíssim de parar de Linares, que superó a Olmo y Íñiguez con un recorte. A Borja Fernández le estaban saliendo las cosas, e intentó infructuosamente contagiarlo al equipo animándolos con gestos. Justo antes del descanso, fue Johansson quien estuvo a punto de hacer el 2-0, con un chute que envió fuera cuando se había quedado también sol delante de Badia.
Golpe tempranero
El Oviedo salió al segundo tiempo con el mismo impulso con que lo había hecho el Reus en el primero. Al contrario que los del Baix Camp, sin embargo, los azules sí que sacaron rédito de esta arrancada. Después de que Edgar Badia parara uno remado de Verdés que se había envenenado, llegó la jugada del 2-0. El par de piernas frescas de Pucko recogieron una pasada en el espacio después de ganar la espalda a Álex Menéndez, que debutaba en el lateral izquierdo que hasta entonces había ocupado Miguel García. Pucko llegó hasta la línea de fondo, justo a tiempo para enviarle una pasada a Toché, que se adelantó a la defensa rojinegra para rematar nuevamente la esférica en el fondo de la red.
En parte porque el gol los espabiló, y en parte también porque el 2-0 tranquilizó el Oviedo, después de aquello los reusenses fueron ganando el control del partido, fabricando ocasiones, todo ique no serían tan claras como las que habían tenido hasta entonces. También ayudó la entrada de Domínguez que, junto con Gus Ledes y Borja Fernández, convirtieron al círculo central en una zona de confort rojinegra. Un error de Olmo en la pasada, desperdiciada por Berjón, fue el único elemento inquietante de los locales en aquellos minutos. Para los visitantes lo probaron Vaz, Haro, Edgar Hernández, Ledes y Carbia, pero por medio de chutes o remados pulpejos que no pusieron mucho problemas al portero local. En el minuto 87, Rocha redondeó el resultado para|por el Oviedo con una falta que clavó por la escuadra izquierda de la portería de Badia.
FICHA TÉCNICA
OVIEDO
Sánchez, Cotugno, Christian, Verdés, Carlos Hernández, Ramon Folch, Johannesson (Pucko, 45), Hidi (Rocha, 45), Saúl Berjón, Linares (Mossa, 74) y Toché.
CF REUS
Edgar Badia, Miramón, Olmo, Íñiguez, Menéndez, Tito (Juan Domínguez, 56), Ledes, Borja, Haro (Fran Carbia, 74), Ricardo Vaz (Edgar, 64) y Máyor.
GOLES
1-0, Toché (26). 2-0, Toché (48). 3-0, Rocha (88).
ÁRBITRO
Santiago Varón Aceitón (Balear). Ha mostrado amarilla al local Hidi y al visitante Ledes.
INCIDENCIAS
El Carlos Tartiere ovetense ha acogido a 11.058 espectadores.