Salen victoriosos de la batalla
El Nàstic se impone al Albacete 3-1 después de adelantarse 2-0, sufrir con el gol de Zozulia, y rematar el trabajo con un golazo de Uche
El Nàstic empieza a carburar. Los tarraconenses suman la primera victoria de la temporada gracias a un partido sudado, sufrido, toda una guerra en la cual los locales supieron aprovechar sus ocasiones a pesar de tener que pasar momentos realmente malos durante el enfrentamiento. Dos goles a los 21 minutos, de Perdomo y de Juan Delgado, fueron contraarrestados para|por Zozulia, el mejor de los manchegos, pero Uche se guardó su segundo de gloria para rematar el trabajo, de vaselina, en el descuento.
La llegada de Rodri al banquillo sirvió para aplicar la lógica (al menos durante una parte de la primera mitad) de una vez por todas en el Nou Estadi. El Nàstic volvió al esperado 4-4-2, aunque la dupla en frente no fue la de Barreiro-Uche, que era el más esperado para muchos. Juan Delgado, que lleva un inicio de campaña decepcionante, fue sorprendente protagonista haciéndose un lugar|sitio en el marcador. Maikel Mesa jugó tirado a la izquierda, y Omar a la derecha. Más extremos que centrocampistas, no estuvieron suficientemente generosos con el devuelto Tejera y con Gaztañaga, los dos pivotes escogidos por Rodri. Donde no podía escoger el técnico estaba en la retaguardia. Jugaron los cuatro a que podían jugar.
El Nàstic jugó con las líneas más juntas, más ordenado, pero demostró también algunas fragilidades. La primera, en el centro del campo, donde a pesar de contar con más jugadores que nunca, Maikel Mesa a veces perdía la posición, y eso duele, sobre todo a un Javi Jiménez que, no muy lucido en defensa, tenía que trabajar por dos. Ahora bien, estas lagunas en defensa de Mesa también ayudaron al canario a convertirse en uno de los mejores futbolistas del Nàstic en la faceta ofensiva. Recortes, túneles y pasadas certeres que arrancaron, en muchos momentos, los aplausos del Nou Estadi. No hubo mucho jugadas de peligro durante los primeros 45 minutos. Concretamente tres, los tres goles.
Fue una primera mitad en la cual cada equipo tuvo su momento. El del Nàstic fue hasta el minuto 21 y, el del Albacete, desde allí hasta el silbato|silbido que señalaba el túnel de los vestuarios. La diferencia, que los locales marcaron dos goles por una única diana del Albacete. El primero de los goles nacía de una acción brillante de un jugador brillante. Taconazo de Manu Barreiro dentro del área cabe a Juan Delgado. El chileno, se equivocaba, la perdía, pero la esférica caía a pies de un rival que la rifó hasta el punto que el cuero acabó en pies de Perdomo a quien, desde la izquierda de Tomeu Nadal, disparó fuerte seco, marcando un gol esperado hacía semanas. El Nàstic se tenía que poner por delante en el marcador para dejar de lado los nervios y poder jugar con tranquilidad, una tranquilidad que permitió que los de Rodri tuvieran tiempo para poder madurar el segundo gol.
Transcurría el minuto 21 de juego, cuando Javi Jiménez, la gran sorpresa de la temporada, recorría la banda hasta pisar línea de fondo y, muy cerca del portero, centraba alto para encontrar la cabeza de Juan Delgado. Y lo hizo hasta el punto que el chileno remató de cabeza y marcó, aunque Tomeu pudo parar la esférica pocos centímetros después de sobrepasar la línea de gol.
El 2-0 tenía que ser el punto de inflexión para un duelo que tenía que asistir a un control total de los locales, pero el Albacete también es un equipo de Segunda División A, y quedó patente. Recortó distancias Zozulia, el mejor jugador de los manchegos, sin ningún tipo de duda. Centrada desde la banda|lado, se eleva el punta y remata de cap. Nada que decir. Gran gol, que sí que significó un cambio total en el partido. El Nàstic se empequeñeció en medida que el Albacete aprendió que podía controlar, atacó e intentó encontrar el segundo gol.
Pero en el segundo acto, todo cambió. Excepto una acción con centrada de Barreiro y remate, por debajo, de Javi Jiménez sin encontrar portería, el fútbol brilló por su ausencia en el Nuevo Estadio. No se recuerdan 45 minutos en el nuevo estadio tan sucios, no a nivel de entradas ni de cartulinas, sino de poco juego, de transiciones lentas, de pérdidas de pelota y de malas decisiones. Zozulia, en el 59,’ remató de ninguno una acción que, de no ser para|por Dimitrievski, habría significado el empate. Rodri decidió reaccionar y dio entrada a Abraham Minero y a Tete Morente, dejando en el banco en Sergio Tejera y Omar Perdomo. Ahora sí, 4-4-2 neto con Morente i Abraham (de extremo) en las bandas, devolviendo a Maikel Mesa a su posición natural, la de centrocampista, al lado de un Gaztañaga al cual le costaba entender el devenir del partido.
El Nou Estadi se empezó a poner nervioso, pero todavía quedaba un tercer cambio, lo que acabaría por rematar el trabajo. Uche hizo de las suyas. Minuto 91, el público mirando el reloj y aparece el africano del nada para llevarse una esférica, plantarse ante|delante de Tomeu Nadal y trazarle la vaselina. 3-1, y a pensar en Zaragoza.
FICHA TÉCNICA
Nàstic. Dimitrievski, Kakabadze, Xavi Molina, Carlos Blanco, Javi Jiménez, Gaztañaga, Maikel Mesa, Tejera (Abraham Minero, 63), Omar Perdomo (Tete Morente, 63), Barreiro y Delgado (Uche, 80).
Albacete. Tomeu Nadal, Arroyo (Nili, 79), Saveljich, Gaffoor, Bíttolo, César de la Hoz, Dani Rodríguez (Aridane, 81), Erice, Bala, Zozulia y Héctor Hernández (José Fran, 60).
Goles. 1-0, Omar Perdomo (10); 2-0, Juan Delgado (21); 2-1, Zozulia (25); 3-1, Uche (92).
Árbitro. Juan Luis Pulido Santana (Las Palmas). Mostró la tarjeta amarilla en los locales Sergio Tejera y Tete Morente; y a los visitantes Héctor Hernández, César de la Hoz y Zozulia.
Incidencias. El Nuevo Estadio acogió a 5.664 espectadores.