El Osasuna, un gigante en racha al asalto de la fortaleza reusense

Después de un inicio errático, las nuevas piezas del reciente descendido Osasuna –siete de los once fichajes del verano forman parte del equipo titular tipo del nuevo entrenador, ex del Sevilla Atlético- han empezado a encajar para dar alas al equipo navarro. La eliminación de la Copa del miércoles en casa del Cádiz (1-0) ha sido una pequeña piedra en el camino de una racha triunfal de dos victorias contra dos candidatos al ascenso.

El primer puñetazo de este equipo con el orgullo herido fue en casa del Rayo Vallecano. Salieron con un 0-3, con goles del central Aridane y del delantero centro Xisco, este último con un doblete. El sábado pasado fue el otro punta, Quique, el que abrió el marcador en la victoria en casa contra el Almería (2-1). Con el empate previo contra el Huesca, ya han sumado 7 de los últimos 9 puntos. En medio estuvo la primera eliminatoria de Copa contra el Albacete (3-2), donde también marcaron Quique y Xisco.

Los hombres de Aritz López Garai, especialmente Olmo e Íñiguez –y Atienza, si pisa el terreno de juego por primera vez en la temporada– tendrán que vigilar con el estado de gracia de los delanteros.

En los últimos partidos de liga Diego Martínez ha recurrido al 4-4-2 para ordenar a sus hombres que, como en el caso de los roig-i-negre, todavía están en proceso de formación. Mérida, uno de los pocos supervivientes de la temporada pasada, ha sido el enlace entre el mediocampo y el ataque, acompañado por Torró en el doble pivote. Las bandas las ocuparán probablemente Torres y Mateo delante y Lillo y Clerc detrás. En los flancos de los navarros está donde López Garai puede encontrar una grieta, ya que buena parte de los goles que han recibido han venido por escapes en los lados, sobre todo mediante córners o faltas laterales. Oier i Ariadne como centrales y Sergio Herrera bajo la portería cierran el equipo navarro.