El retorno de Atienza y la llegada de Lekic, más puntos para el CF Reus

El sábado el CF Reus Deportiu sacó un punto de la visita del Osasuna al Estadio Municipal de Reus, sobre un césped que parece empeorar a cada partido. Aparte del del empate, los encarnado-y-negros consiguieron sumar dos puntos positivos más: los debuts del central aragonés Pichu Atienza y del punta serbio Dejan Lekic.

Con estos dos estrenos, ya sólo quedan dos jugadores inéditos esta temporada. Son los mediocampistas portugueses Raphael Guzzo y Vítor Silva. El primero está previsto que se recupere en enero de una rotura de menisco, y el segundo arrastra molestias en la rodilla desde el inicio de la temporada y su vuelta es tan deseada como enigmática. Otro que reapareció fue David Querol, ausente en las dos últimas convocatorias por una lesión en un dedo sufrida en una accidente doméstico. La cruz fueron el lateral derecho Joan Campins y el migcentre Àlex Carbonell, que se lesionaron después de ser titulares en la primera jornada y desde entonces no han devuelto a las listas de López Garai.

Cuatro novedades al once titular

Aritz López Garai, que el sábado vio su primer partido en la grada como entrenador del CF Reus Deportiu, había mostrado el suyo descontento con la primera parte de la visita a Lorca (1-1). El sábado lo tradujo cambiante dos de las tres piezas a la delantera. Fran Carbia entró al once titular en el lugar de Cámara, como ya había hecho prematuramente –en el minuto 40– el sábado pasado. El tarraconense, que está cogiendo un protagonismo creciente al equipo, se convirtió en uno de los mejores del partido hasta que quedó extenuado.

En la otra banda, Ricardo Vaz entró en el lugar de David Haro, que se cayó de la convocatoria. Un lujo que hasta ahora casi no había podido tener el técnico encarnado-y-negro: dejar fuera de la lista jugadores no lesionados. Aparte del ametllenc, tampoco entró Miguel García, el lateral izquierdo titular las dos primeras jornadas.

El estreno del central Atienza, que jugó los 90 minutos, coincidió con el primer partido que los navarros acababan sin estrenar la portería local. Sustituyó al recién llegado Pablo Íñiguez que, sentado en el banquillo, vivió sus primeros minutos como encarnado-y-negro fuera del terreno de juego. Otro retorno fue el de Edgar Badia, que tuvo poco trabajo después de tres partidos recuperándose de un golpe a la cadera.