Preocupación en el Nàstic por la fuga de los aficionados antes del pitido final

El 0-3 contra el Alcorcón sufrido este sábado por el Nàstic fue doloroso, pero también lo fue para el club que buena parte de su afición se marchara antes de finalizar el partido. Sí que es cierto que no acompañaba el resultado ni el juego del equipo y que, después de una espectacular goleada en el Nuevo Arcángel contra el Córdoba, el aficionado esperaba una pizca más de su equipo. Pero también lo es que todo jugador, entrenador, personal del equipo y del club siempre quiere tener a la afición en su lado, sentir su aliento.

Especialmente decepcionado está el club con los aficionados de los dos goles, los de las gradas de animación, que abandonaron el Nou Estadi antes de finalizar el enfrentamiento. Son aficionados que tienen unas buenas ventajas a la hora de sacarse el abono y, por este mismo motivo, no comparten el hecho de que hayan abandonado el campo antes del final del duelo. El resultado, también es cierto, era irreversible. El Nàstic, con tres jugadores lesionados, un futbolista menos en el césped desde el minuto 60 y un equipo al cual ya no le quedaban cambios, no podía puntuar. Era prácticamente imposible. Pero la afición, aquella que siempre es en los momentos fáciles y en los difíciles, aquella que siempre anima y que es la envidia de muchos campos, se marchó (o parte de ella).

Ahora bien, hay que remarcar que los primeros en abandonar el terreno de juego no fueron, ni mucho menos, los integrantes de las gradas de animación, sino que los primeros en desfilar fueron el resto de aficionados. Algunos jóvenes de la zona de animación del Gol de Mar se quedaron hasta el final, pero los de Gol de Muntanya decidieron marcharse y pensar ya en el próximo duelo. El miércoles 1 de noviembre, en el marco del Nàstic-Barça B, el club espera volver a ver la mejor cara de la afición.