Los cinco 'golazos' de Gus Ledes lo hacen pichichi de los medio centros de Segunda

Donde pone el ojo, pone la bola. Esta es la constante del estreno de Gus Ledes como roig-i-negre, en qué ha marcado 5 goles en 13 jornadas. Números de vértigo alcanzados con golaços también de vértigo, y desde una posición poco frecuentada en la mesa|tabla realizadora. Sólo hay cuatro jugadores a la Segunda División con un mejor registro anotador, y todos ellos son delanteros –Mata, del Valladolid; Juan Camilo, del Huesca; y Borja Iglesias, del Zaragoza– o mediapuntas -Gonzalo Melero, también del Huesca. De los nueve futbolistas que también han hecho cinco, todos ellos juegan en posiciones más avanzadas excepto el azulgrana Carles Aleñá.

«Me tendré que plantear si es casualidad o causalidad», afirmó López Garai al ser preguntado por si la insólita abundancia goleadora del medio centro le había hecho pensar en adelantar la posición. «Tiene un estilo de juego perfecto para jugar de medio centro, pero está claro que su chute es muy bueno», añadió. En menos de un tercio de temporada, el portugués se ha convertido en un auténtico icono de la parroquia reusense. El idilio empezó de la mejor manera posible: un gol de falta desde 30 metros de distancia que sorprendió Dimitrievski, el portero del Nàstic, en el derbi disputado en tierras reusenses. En aquel momento hubo algunas dudas de si el gol fue más fruto de la intención del medio centro que una casualidad que un descuido del portero convirtió en un golazo. En las jornadas siguientes, Gus Ledes ha despejado las dudas, marcando cuatro dianas más para enmarcar.

El segundo llegó tres jornadas después, en casa del Lorca. Un mal servicio del rival permitió a los roig-i-negres recuperar la pelota a tres cuartos de campo. Una gran jugada colectiva del equipo acabó con una pasada de Haro en Ledes, para que este fusilara al portero desde la frontal después de adelantarse la bola. Otro golazo que permitió a los reusenses igualar el marcador y llevó un punto de Murcia.

Éxtasis en el descuento

El mismo guion se reprodujo en Huesca, pero este golpe en el tiempo de descuento, y cuando todo el mundo ya daba por hecha la victoria de los locales. La defensa aragonesa rehusó una pelota que quedó blanda en el balcón del área. Un rechazo flojo al centro es un error, y es fatal si allí está Gus Ledes. Esta vez con la pierna derecha, y con el interior, la clavó bien escorada en el palo izquierdo del portero, haciendo inútil su estirón. Los roig-i-negres lo habían intentado hasta el último momento, y acabaron sacando la recompensa gracias a Ledes.

Dos jornadas seguidas

El cuarto y el quinto gol del portugués han llegado en las dos últimas jornadas. En la visita del Valladolid marcó el primero de los que ha hecho dentro del área, con un toque suave que entró por la escuadra, inalcanzable para el portero rival, después de una pasada de Miramón. El del sábado pasado fue también de falta, como el primero. Gus Ledes, que se ha convertido en el ejecutor de todas las pelotas paradas en la banda derecha del campo roig-i-negre, la clavó otra vez por la escuadra, superando la valla defensiva por arriba.