El Gimnàstic, pendiente del recurso que presentará Osasuna a Competición

Lo que no le suceda al Nàstic de Tarragona, no le pasa a nadie. Primero, el 1 de octubre se suspende el Gimnàstic-Barcelona B porque el Nou Estadi no contaba con la seguridad suficiente a causa de todo lo que estaba sucediendo en torno al referéndum. Este viernes, tampoco se disputa el Osasuna-Nàstic porque el árbitro determina que con la nieve que había al Sadar y las previsiones que no dejarían de caer copos|mechones, era imposible jugar un partido de fútbol. Y, el sábado, para más inri, los navarros aseguraron que tienen la intención de pedir los tres puntos por «incomparecencia» del equipo que entrena a Antonio Rodríguez Saravia.

«El Club Atlético Osasuna presentará un recurso al Comité de Competición al considerar la incomparecencia del Club Gimnàstic de Tarragona». De esta manera titula su escrito el club navarro, una nota en la cual, siempre según el cuadro local, «el colegiado del duelo, Luis Mario Milla Alvendiz, reflejó en el acta el incumplimiento del reglamento de la entidad catalana, al imposibilitar que el partido se jugara dentro de las 24 horas después del señalamiento».

El árbitro también fue claro en el acta: «Ante la posibilidad presentada de disputar el partido dentro de las 24 horas siguientes como estipula la circular número 5 Disposición Decimoséptima de la RFEF, el delegado del club del Gimnàstic de Tarragona SAD se niega a celebrar el partido en el tiempo indicado». En el «ante la posibilidad» no existe ninguna obligación, por lo que el Nàstic, según lo que recoge el acta, obró con la legalidad en la mano. De hecho, Rodri ya detalló después del enfrentamiento que «nosotros tenemos que devolver en casa porque hay jugadores que nos esperan y porque tenemos una planificación».

Los pasos

Primero, habrá que saber qué recurso presenta el Osasuna y qué expone. Después, pensar una estrategia (si hace falta), y contestar exponiendo las alegaciones oportunas. Finalmente, si no pasa nada de extraño, la Federación y la Liga propondrán una fecha para la disputa del duelo, la cual tendrán que acabar aceptando los clubs.

El Osasuna no es nuevo en este tipo de situaciones, ya que vio como el 1 de febrero del 2015 se suspendía el Osasuna-Zaragoza de Liga, también por una intensa nevada. No hubo quejas entonces por parte de ningún representante de club navarro.