El Consejo de Administración del Nàstic, indignado por la derrota contra el Reus
El presidente, Josep Maria Andreu, y el resto de consejeros, están mucho enfadados por la imagen que ofreció su equipo el domingo
El Consejo de Administración del Gimnàstic de Tarragona ha dicho «basta». La actuación de los suyos contra el CF Reus este domingo ha motivado que se enciendan las luces de alarma, no por la situación clasificatoria, que no es mala del todo, sino por la imagen que ofreció su equipo contra un Reus que llegaba en el peor momento de la temporada.
Si hubo un equipo que mereció los tres puntos, este fue el CF Reus. Si hubo un equipo que controló el partido, este fue el CF Reus. Y si hubo un equipo que mereció más que el rival, este fue el CF Reus. No hay discusión. Ganó el mejor, sin ningún tipo de excusa.
Desde el Consejo de Administración grana no entienden por qué este equipo gana fuera de casa y, en el Nou Estadi, no tiene opciones de sumar los tres puntos. Al menos, no merece ganar.
Todas las miradas van encaminadas al entrenador, al cual se le culpa de lo que está sucediendo. El Consejo cree que le ha configurado un equipo suficiente para poder luchar por objetivos más elevados, pero el equipo no acaba de arrancar. Desde el club creen que la apuesta del entrenador no fue la adecuada. Que «no puede salir a empatar», o que no se puede entrar en el campo con un planteamiento tan conservador. Eso es lo que piensan algunas voces autorizadas del club, las cuales creen que este equipo puede ofrecer mucho más de lo que está dando.
Fichar a Javi Márquez, a Álvaro Vázquez, a Dumitru, a Matilla y a Arzo (todavía queda algún refuerzo) significa que este Nàstic quiere alguna cosa más que acabar el 18º en la tabla clasificatoria y salvar la categoría por los pelos. De esta circunstancia es bien consciente la Directiva, la cual no dudará a tomar una decisión drástica si la ocasión lo requiere.
No estaba previsto desconfiar del entrenador, pero la derrota en el derbi contra el CF Reus ha estado prácticamente definitiva. Tanto, que un mal resultado contra el Sporting de Gijón podría significar que Rodri peligrara como entrenador del Nàstic. Los buenos números del técnico no servirían para tapar los planteamientos realizados en casa, ante la propia afición.
Los planteamientos de Rodri no gustan nada, sobre todo cuando el Nàstic juega en casa. El hecho de no buscar ser protagonista y de no ir a por el triunfo desde el primer minuto no son del gusto de un Consejo de Administración que no tiene ganas de sufrir por|para la permanencia, consciente de que su equipo puede aspirar a objetivos mucho más ambiciosos.