El Molinón se ha convertido en un fortín desde la llegada de Baraja a Gijón
El Nàstic, mejor contrincante de la competición fuera de casa, visita un Sporting que sólo ha perdido dos partidos en su estadio
Fin de semana para el optimismo en el Nàstic. Cuando menos, eso es lo que habría que pensar teniendo en cuenta que, domingo, los grana juegan lejos de Tarragona. La extraña situación de los tarraconenses esta temporada ha llevado al conjunto de Rodri a ser más fiable cuando juega como visitante que cuando lo hace como local. Las estadísticas son claras y siguen situando el Nàstic como el mejor visitante de la Segunda División.
El domingo, los de Rodri tienen una nueva ocasión para redimirse visitando el campo del Sporting de Gijón (16:00 horas). El entrenador prepara el partido encarando una situación límite, ya que un mal resultado en tierras asturianas podría significar el principio de un posible adiós. Ya sea para dar continuidad a Rodri o para recuperar las sensaciones con las cuales se llegaron en los instantes previos al derbi, el Nàstic quiere ganar sea cuál sea el precio.
No lo tendrán fácil, sin embargo, los jugadores grana. Si bien es cierto que son el mejor conjunto visitante, los locales han conseguido convertir su estadio en un auténtico fortín. El Sporting de Gijón sólo ha perdido dos enfrentamientos ante su afición. Siete victorias y tres empates han permitido a los asturianos sumar 24 puntos de los 33 puntos actuales al Molinón. Además, la tendencia al alza es un rasgo característico del conjunto que ahora entrena Rubén Baraja. Los sportinguistas iniciaron el curso con Paco Herrera en el banquillo y, después de un muy buen comienzo, fueron perdiendo fuerza. Una racha de seis jornadas sin conocer la victoria (4 derrotas y 2 empates) provocaron el cambio de entrenador. Baraja asumió el relevo de un Herrera que había decepcionado ante su afición.
Un local temible
Desde la llegada de Baraja, el Sporting no ha perdido ni un solo partido en casa. Tres enfrentamientos a en el Molinón que se han saldado con tres victorias asturianas. Donde ha sufrido el nuevo entrenador sportinguista está lejos de Gijón, ya que ha sumado dos derrotas en los dos desplazamientos.
Jugando como local, el conjunto asturiano ha sumado 20 goles a favor y sólo 9 dianas en contra. Unos números similares a los que ha firmado el Nàstic como visitante (18 goles a favor y 14 en contra). Teniendo en cuenta que los grana han puntuado en ocho de sus doce desplazamientos (5 victorias y 3 empates), las estadísticas presentan un duelo muy igualado atractivo. Las ganas de retornar el 0-4 que el Sporting endosó al Nàstic en la primera vuelta todavía suman más alicientes.
Jony, la esperanza
Contra el Nàstic, Baraja podría optar por alinear Jony y jugar con dos delanteros, un sistema que gusta mucho en Gijón. La llegada del extremo, que firma una segunda etapa con el Sporting, ha aumentado la esperanza de los aficionados rojiblancos de conseguir asentarse en la zona de playoff. Jony fue el héroe sportinguista en los años del ascenso a Primera División y la posterior permanencia a la categoría de oro.
Más allá de Jony, la principal arma ofensiva de los asturianos es un Michael Santos en estado de gracia. El delantero uruguayo es el máximo realizador sumando 11 goles, además de haber repartido dos asistencias. Por detrás de Santos se encuentra Carlos Carmona, con que ha anotado seis dianas y ha repartido cuatro pases de gol.
Una de las ausencias destacadas del partido entre Sporting y Nàstic podría ser la de Jordi Calavera. El futbolista de Cabra del Camp se perderá, con toda seguridad, el partido del domingo por culpa de una lesión. En Gijón son prudentes y prefieren no forzarlo y que se recupere para jugar, la semana siguiente, en el campo del Oviedo.