Quién juega con fuego...

El Nàstic lleva mucho tiempo jugando con fuego, y se ha acabado quemando. Muy mal partido de los tarraconenses que ha acabado con la inevitable y completamente justa derrota, y también con la gran racha lejos del Nou Estadi. Este Nàstic colgaba de un hilo, y este se ha acabado rompiendo. Si no ganas en casa y tampoco lo haces fuera y, además, si practicas un fútbol que no gusta a nadie...

En la tercera ha sido la vencida. Por fin, Rodri ha apostado por Álvaro Vázquez de inicio. Y es que el entrenador del Nàstic no tenía ninguna excusa para no hacerlo después de que el delantero cedido por el Español haya marcado dos goles en los dos ratos que ha disputado con la camiseta del Nàstic.

El barcelonés ha formado pareja de baile con Manu Barreiro, y el gran sacrificado ha sido un Tete Morente que lo estaba haciendo bastante bien en los últimos partidos, pero que ha sido el escogido por un Rodri que ha seguido dejando en el once titular al discutido Juan Muñiz. Vale decir que las primeras mitades de los dos últimos partidos de Muñiz fueron lo bastante buenas y que el técnico grana, claramente, ha intentado aprovechar la pierna izquierda del asturiano mientras este pudiera aportar cosas sobre el césped.

El partido ha empezado tal como estaba previsto. Control absoluto del Sporting, con un Nàstic que, desde atrás, intentaba hacerse fuerte y buscar algún contraataque. Nunca por bandas, ya que el hecho de que los dos extremos eran el mismo Muñiz i Mesa, dos futbolistas que, de hecho, tienen de todo menos extremos. Todo el ataque se basaba siempre, siempre y siempre buscando pasadas interiores a Álvaro y a Barreiro, las cuales no conseguían sorprender nunca a la defensa sportinguista, firme y sin fisuras. El acoso de los asturianos en la portería de Dimitrievski ha sido absoluto, sobre todo en los primeros compases del primer acto. En el primer minuto de juego, Castro ha pisado línea de fondo, pero nadie ha llegado a su centrada. Tres minutos después, Santos disparaba alto, por encima del travesaño de Dimitrievski. En el 7’, el mismo Santos ha insistido con un tiro que salía ligeramente desviado. Cuatro minutos después, en el 11’, Carmona lo ha probado desde lejos... Cuatro ocasiones claras en diez minutos decían mucho de lo que tenía que ser un partido en el cual el Nastic no ha ido por todas desde el principio. Y lo ha acabado pagando, con un gol en el descuento. Podía haber llegado perfectamente antes el gol, pero el 47’ también vale cuando el colegiado descuenta dos con toda justicia. Error defensivo en conjunto con Suzuki como principal protagonista, en el cual Santos se encuentra con la salida de Dimitrievski y le traza la vaselina. Imposible de parar.

El problema no es que te marquen un gol en la primera mitad, sino que no hagas nada en el descanso para revertir la situación. Han salido los mismos protagonistas al campo, y la idea de fútbol ha sido la misma: pasadas horizontales o siempre atrás, en caso de que o Barreiro o Álvaro tuvieran que ser protagonistas.

Muñiz, aplaudido

El inicio de la segunda parte de los asturianos ha estado parecido al de la primera. Santos, en el 47’, ya ha rematado una a las nubes y cerca ha estado de sorprender a Dimitrievski cinco minutos después porque Kakabadze ha realizado un pase hacia atrás completamente innecesario que a punto ha estado de costarle un disgusto a los tarraconenses. Poco a poco, se han ido igualando fuerzas y Rodri ha creído oportuno sacar del campo a un Muñiz que ya no podía más, para dar entrada, ahora sí, a un extremo de verdad. Minutos de calidad para Omar Perdomo.

Pero por muchos cambios que hiciera el Nàstic, el Sporting siempre era mejor. No había nada que hacer. Ha seguido jugando con fuego un Nàstic que se ha encontrado con el segundo de los asturianos en el 66’, cuando Jony ha disparado un cañonazo. Dimitrievski ha hecho lo que ha podido, pero ha recogido su rechazo Rubén García, que no ha perdonado.

Debuta Javi Márquez

Ha sido el día del debut de Javi Márquez, el peor día de todos. Con el 2-0 en el marcador, Rodri ha dado entrada al futbolista por un Maikel Mesa que ya empieza a preocupar, y que acumula tres partidos con un rendimiento muy pobre, muy alejado de lo que tiene acostumbrada a la afición del Nàstic. Y, acto seguido, ha entrado Dumitru, por Manu Barreiro. No había absolutamente nada que hacer. Este equipo, aparte de no ganar en casa, tampoco sabe hacerlo fuera de casa. Los últimos minutos del partido han sido basura para los dos conjuntos, ya que ni los de Rubén Baraja han marcado más goles, cuando lo podrían haber hecho, ni el Nàstic ha dado sensación ni siquiera de tener posibilidades de recortar distancias.