Álvaro decide la batalla (0-1)

Cuando se da un partido tan igualado como el de Carlos Belmonte, lo acostumbran a decidir aquellos jugadores que marcan la diferencia, aquellos futbolistas que no tienen miedo a coger la responsabilidad de llevar a su equipo al siguiente nivel y darle tres puntos con una acción de genio. Eso es lo que, precisamente, hizo Álvaro Vázquez, que decidió el duelo en las postrimerías de la primera mitad. Un gol que le dio tres puntos al Nàstic y que, además, supone el tercero de su cuenta particular, el primero jugando como titular.

El partido recordó mucho a aquellos que ganaba el equipo con Rodri fuera de casa. Atento detrás, sufriendo cuando fuera necesario, y efectivos en frente. El equipo, fuera de casa, no ha perdido aquel espíritu ganador y competitivo que se ganó en polos con el mencionado Rodri en el banquillo. Nano Rivas, que se caracteriza por saber aprovechar muy bien las virtudes del equipo, rayó a la perfección con su planteamiento, y sumó su primer triunfo en la segunda etapa como entrenador del Nàstic de Tarragona.

Grandes sorpresas al once de Nano Rivas en su segundo partido como entrenador grana esta temporada. Algunas de ellas, motivadas por las bajas de última hora de Manu Barreiro y Javier Matilla, que se quedaron en Tarragona a última hora por sendas molestias que les impidieron entrenar con normalidad a lo largo de la semana.

Entre los tres partidos de la temporada pasada y el de la anterior jornada, en casa contra el Cádiz, nunca se había visto un Nàstic con Crío y cinco defensores en el campo. Pues en Albacete lo probó el técnico del Nàstic. Dio entrada a César Arzo en el eje de la defensa, pero no sacó del campo ni a Julio Pleguezuelo ni a Xavi Molina, a los dos centrales titulares de la pasada semana. Con Abraham i Kakabadze en los laterales, los tres centrocampistas tampoco cambiaron: Fali y, por delante, Maikel Mesa y Javi Márquez. Arriba, Álvaro Vázquez tuvo un nuevo compañero, un Dumitru Cardoso con el cual se acabó entendiendo a las mil maravillas.

Muchos de los espectadores se arrepintieron, posiblemente, de pagar por ver el partido si se tienen en cuenta los primeros 36 minutos de juego. Ningún chute en portería, con dos equipos que parecía que tenían ganas de todo menos de jugar a fútbol. Ninguno de los dos quería llevar|traer la iniciativa, y el partido se convirtió en un despropósito con pilotadas arriba y abajo que no tenían ningún receptor posible. La esférica iba de defensa a defensa, sin ningún peligro para ninguno de los dos equipos. Ahora bien, en el 36’ todo cambió.

Dumitru, el primero

Dumitru, que después sería dulce protagonista, disparaba a portería, sin aparente peligro, y marchándose la esférica desviada por la izquierda de la portería defendida por Tomeu Nadal. Dos minutos después, Javi Márquez también lo probaba, pero el cuero se marchaba desviado exactamente por el mismo lugar. El Nàstic había avisado, y lo había hecho por partida doble, para hacer bueno aquel dicho de, en la tercera, va la vencida. Y la tercera llegó a medio minuto del descanso. Golazo de Álvaro Vázquez para desencallar un partido que empezaba a tener un poco de vida. Maikel Mesa, gris en el apartado organizador, robó una esférica a la medular que, rápidamente, sirvió a Dumitru. El sueco se inventó una asistencia mágica al espacio, que recogió a Álvaro Vázquez. Este, casi nunca perdona, y en el Belmonte tampoco lo hizo.

Fue, con mucha diferencia, lo mejor que le podía haber sucedido al Nàstic, equipo que vio cómo, tal como rezaba la lógica, su rival iba al ataque en el segundo acto. Enrique Martín agotó dos cambios rápidamente y tuvo que realizar el tercero con 31 minutos por anticipado, ya que su máximo artillero esta temporada con siete dianas, Roman Zozulya, se lesionó. Pero no sólo cayeron lesionados jugadores locales, sino que también lo hicieron del lado grana. Dumitru, uno de los mejores del Nàstic nuevamente, abandonó el terreno de juego con molestias, provocando la entrada en el campo de Tete Morente, que había caído del once. Tampoco pudo más cuando había pasado la hora de juego Abraham Minero, hecho que motivó la entrada en el césped de Javi Jiménez.

Poco a poco, el Albacete se convirtió en dueño y señor del juego, poniendo al Nàstic contra las cuerdas, una situación que sabía gestionar muy bien el Nàstic de Rodri. Y parece que al de Nano tampoco le va nada mal defenderse de un resultado favorable. Sí que empujaba mucho el Albacete, pero Dimitrievski no se vio obligado a realizar ningún tipo de intervención, ni de mérito ni sin él.

Emoción al final

Eso sí, una gran oportunidad para cada equipo antes del final de una segunda mitad que duró 51 minutos a causa de los cambios, las lesiones y las múltiples interrupciones. Primero, para el Nàstic, con una gran acción de Álvaro que casi acaba con la sentencia del partido y el doblete del barcelonés. Pasada de dibujos animados de Maikel Mesa que deja sol a Álvaro, a muchos metros de Tomeu. Cuando el delantero se plantó ante el meta rival, iba muy forzado y con dos contrarios detrás, y remató en el muñeco. Pero el Albacete también tuvo un par más. En el primer minuto del añadido, Aridane disparó al aire en vez de a una pelota que le había quedado muerta en el interior del área y, después, en el 95’, Acuña remató desviado a la izquierda de Dimitrievski.

FICHA TÉCNICA

Albacete. Tomeu Nadal, Cifuentes, Chus Herrero (Gafoor, 55), Saveljich, Delgado, Morillas, De la Hoz (Aridane, 56), Gorosito, Dani Rodríguez, Bela y Zozulya (Acuña, 59).

Gimnástico. Dimitrievski, Kakabadze, Arzo, Xavi Molina, Julio Pleguezuelo, Abraham Minero (Javi Jiménez, 65), Maikel Mesa, Fali, Javi Márquez, (Sergio Tejera, 79) Dumitru Cardoso (Tete Morente, 55) y Álvaro Vázquez.

Goles. 0-1, Álvaro Vázquez (44).

Árbitro. Iñaki Vicandi Garrido (vasco). Mostró la tarjeta amarilla en los locales Zozulya y Saveljich; y a los visitantes Julio Pleguezuelo, Maikel Mesa, Xavi Molina, Fali y Sergio Tejera.

Incidencias. Carlos Belmonte acogió a 6.509 espectadores.