La afición estalla contra la maldición del Estadi

La afición ya está harta. Harta de perder en el Nou Estadi (ya van diez derrotas). Harta de ver cómo su equipo es incapaz de reaccionar a un resultado adverso. Y de más cosas, seguro.

Por este motivo, ya a la primera mitad, cuando el Nàstic jugó peor, dejó claro que no le gustaba lo que estaba viendo. Algunos silbidos, tímidos, se colaron por las graderías, más llenas del habitual. Y es que la afición había hecho caso, a medias, al llamamiento del club para llenar el campo. Ahora bien, teniendo en cuenta los resultados que se están dando en casa, tampoco está mal poco más que media entrada.

Ahora bien, cuando acabó el partido, o quedaba poco, el malestar por parte de la afición fue hacia una persona: Emilio Viqueira. Algunos aficionados, no una mayoría, pidieron la dimisión del director deportivo del Nàstic. Entienden que la planificación de la temporada, a pesar de los grandes refuerzos realizados en el mercado de invierno, ha sido insuficiente.

Pero la mayoría de gritos fueron destinados a los jugadores. «Jugadores, mercenarios» fue un cántico que se escuchó bastante en el Nou Estadi, sobre todo cuándo el duelo acabó. La segunda parte del Nàstic fue buena, y los fichajes del mercado de invierno son más que aceptables. Pero, al final, los resultados son los que mandan.

Por otra parte, las peñas organizaron durante la mañana un vermú solidario a favor de la Asociación Niemann Pick, que dio el tiro de inicio a las once de la mañana y durará hasta las cuatro de la tarde, delante del pabellón del Nàstic. Fue horas antes del inicio del partido, y el acto sirvió para hacer ambiente antes del duelo.

Javier Galera, niño que sufre esta enfermedad, ha sido gran protagonista a la cita, la cual está resultando un éxito, ya que decenas de personas han participado, más de un centenar.