Bernabé evita el desastre

Se ha acabado el cuento fuera de casa. El Gimnàstic de Tarragona ha perdido aquella chispa que tenía cuándo jugaba fuera, que motivaba que casi siempre volviera a casa con los tres puntos en el bolsillo. El Alcorcón, un rival más que directo en la lucha por la permanencia, ganó al Nàstic gracias a un gol a los cuatro minutos y, por qué no decirlo, a que fue muy superior a un rival que se encomendó a un Bernabé que, de no ser por sus grandes intervenciones, el electrónico, seguramente, habría acabado señalando una goleada madrileña.

El once presentado por Nano fue, absolutamente, de circunstancias. Las tres bajas con que se encontró el técnico del Nàstic al empezar la semana se convirtieron en seis, ya que tres futbolistas no viajaron el sábado por lesión. Se trata de los centrales César Arzo y Julio Pleguezuelo que, con sendas molestias musculares, no pudieron continuar a la titularidad. A ellos se los sumaron los ya conocidos Fali, sancionado, y Dimitrievski y Kakabadze, con sus selecciones.

Todas estas circunstancias, unidas a algunas decisiones técnicas, motivaron que ninguno de los fichajes del mercado de invierno estuviera en el once inicial, una situación que no se había producido nunca desde el cierre del mencionado periodo de contrataciones.

Bernabé Barragán fue el escogido bajo palos, tal y como estaba previsto, igual que lo estaba que Abrahám Minero fuera el lateral derecho, a causa de la ausencia del georgiano. A la izquierda, Javi Jiménez y, en el centro, Molina y Suzuki, con Djetei esperando su oportunidad desde el banquillo en lo que fue la primera convocatoria de la temporada para el africano, después de superar su lesión.

Por delante, Gaztañaga y Tejera y, la gran novedad, Muñiz, en banda derecha. Omar Perdomo perdió la titularidad en favor del asturiano, que compartió ataque con Tete Morente, a la izquierda, Manu Barreiro y otra de las sorpresas, un Uche que dejó fuera de la gran estrella de este mercado de invierno, un Álvaro Vázquez que no cuajaron precisamente un buen partido el pasado domingo contra el Córdoba, pero que casi siempre que ha jugado ha sido un peligro constante para las defensas rivales.

En eso del fútbol, empezar bien significa mucho. Que se lo digan al Alcorcón, que se encontró con el primer gol cuando el electrónico sólo señalaba el minuto 4 de juego. Por la otro lado, es lo peor que le pudo pasar a un Nàstic que empezó el partido de forma pésima, sin entrar en juego, y dejando el duelo en manos de un rival que, como es normal, lo aprovechó.

La jugada fue una de aquellas que dan tanta rabia a los entrenadores, cuando un futbolista rival, en un centro lateral, se queda completamente solo y remata a placer. Dorca fue a quien remató un centro desde la banda derecha de Bruno Grama. Por cierto, un Gama que fue de los hombres más peligrosos, con mucha diferencia, de un Alcorcón que puso a prueba en varias ocasiones en Barragán, uno de los futbolistas más decisivos del Nàstic durante la mañana del domingo.

El meta del Nàstic, que tenía la complicada papeleta suplir a Dimitrievski, cumplió con creces y empezó salvando a los suyos a los trece minutos de juego, cuando Bruno Gama disparó desde la frontal y el ex del Atlético de Madrid desvió el peligro. Antes, Mateo García buscó una centrada desde la izquierda que se paseó por el interior del área, sin encontrar, incomprensiblemente, a un rematador. Estaba muy negro el partido para un Nàstic que vio cómo, a los dieciséis minutos, Abrahám Minero veía una cartulina amarilla que significaba la decena. Por lo tanto, contra el Lugo, la próxima semana, tendrá que descansar.

Fue a partir de los veinte minutos del juego cuando el Nàstic empezó a hacer acto de presencia en el partido. De hecho, también disfrutó de ocasiones claras, como la de Barreiro, que se molestó con Muñiz y que no remató limpiamente a la chilena después de una grande centrada desde la derecha de Abrahám Minero. Cuatro minutos después, era Javi Jiménez quien la ponía, desde la izquierda, para que atrapara a Javi Jiménez. Bernabé volvía a aparecer, en el 31’, al interceptar efectivamente una centrada desde la izquierda de Soriano.

Con las fuerzas ya igualadas, volvió a aparecer Barreiro, que falló lo que no acostumbra a fallar. El punta gallego recibió una esférica dentro del área, recortó, se la colocó a la izquierda, y su rasgo|tiro acabó en las nubes. El duelo se animaba, al mismo tiempo que lo hacía el punta del Nàstic quien, cuatro minutos después, volvía a probar suerte, rematando de cabeza un centro de Javi Jiménez. Un defensor, obrando el milagro, desvió la esférica de su trayectoria, evitando el empate. Antes del descanso, sobre la bocina, volvía a aparecer Bernabé, para sacar, por debajo, un chute de Bruno Gama que entraba.

Se marcha Barreiro

Con buenas sensaciones empezaba el Nàstic el segundo acto. Había aprendido la lección el conjunto grana, y la sorpresa del rival se minimizaba. Mucho más atentos detrás e intentando llegar arriba a buscar a un Barreiro que fue el primer cambio de Nano Rivas. Sin ninguna molestia física y siendo el hombre más peligroso, con diferencia, de los tarraconenses, el gallego vio cómo el técnico leo enviaba al banco para dar entrada a un Dumitru Cardoso. Más velocidad y profundidad, sacrificando remate y altura.

No le salió bien a Nano, simplemente, porque el resultado fue el que fue, ya que Dumitru, como siempre, llevó peligro al área rival. Y lo hizo a los 62 minutos de juego, con un centro de Tete Morente que se paseó por el interior del área sin que el futbolista grana pudiera impactar con el cuero.

Diez Minutos después, ingresaba en el terreno de juego Álvaro Vázquez. Demasiado tarde, quizás. Quizás no, seguro. El punta, con sólo un cuarto de hora por delante, no puede hacer milagros. Sí es cierto que no hizo un buen partido contra el Córdoba, pero en Alcorcón tendría que haber entrado, como a muy tarde, al descanso. Más, todavía, viendo el partido que hizo Uche, que no rascó pelota (tampoco nadie se encargó de que le llegara una esférica en condiciones). Todavía no está en forma el africano, y quedó patente sobre el césped.

Los Tejera y Muñiz, que tenían que llevar el peso del enfrentamiento al final, no estuvieron a la altura de lo que se pedía de ellos, y el equipo se resintió. Mientras tanto, Bernabé, a la suya, en el 76’ desviaba un chute de Bruno Gama a bocajarro.

A la desesperada

A seis minutos del final, Nano, sin ideas ya, dio entrada a Maikel Mesa por Uche, una sustitución que no cambió absolutamente nada, ya que los madrileños fueron tan superiores en el Nàstic en el último tramo de la segunda mitad como lo habían estado al principio del enfrentamiento.

Ahora, tocará pensar, y mucho, en la estrategia a seguir de un equipo que ya no gana fuera de casa, que no convence, que le cuesta saber a qué juega y que, a diez jornadas del final, todavía quedan muchos puntos por sumar para alcanzar una permanencia en que, no hace mucho, parecía hecha.

FICHA TÉCNICA

Alcorcón. Dani Jiménez, Laure, Hugo Álvarez, David Fernández, César Soriano, Toribio (Pablo Vázquez, 90), Dorca, Bruno Gama, Álvaro Peña, Mateo García (Nono, 86) y Asdrúbal (Jonathan Pereira, 74).

Nàstic. Bernabé, Abrahám Minero, Xavi Molina, Daisuke Suzuki, Javi Jiménez, Juan Muñiz, Gaztañaga (Álvaro Vázquez, 74), Sergio Tejera, Tete Morente, Manu Barreiro (Dumitru Cardoso, 58) y Uche (Maikel Mesa, 84).

Goles. 1-0, Dorca (4).

Árbitro. Oliver De la Fuente Ramos (Colegio castellano-leonés). Mostró la tarjeta amarilla en los locales Asdrúbal y David Fernández; y a los visitantes Abrahám Minero, Manu Barreiro y Sergio Tejera.

Incidencias. El Estadio de Santo Domingo acogió a 2.320 espectadores.