Donde la historia del Nàstic continúa viva

No falta prácticamente nada. Y si falta alguna cosa, no es descartable que, en los próximos años se pueda ver exhibida. El nuevo Museo del Nàstic cuenta con todo lo que un buen nastiquer, un tarraconense o un buen aficionado al fútbol quieren ver. Camisetas, banderas, calzado, sellos, fotografías, bufandas... De todo, para que, sobre todo, aquellos que llevan el Nàstic en el corazón puedan disfrutar de una experiencia única.

Ubicado en el número 22 de la avenida Catalunya, el Museo del Nàstic se ha convertido en una realidad gracias a muchas personas. Desde dirigentes actuales, hasta anteriores, pasando por futbolistas, entrenadores e, incluso, aficionados, que han querido poner su granito de arena. Pero hay una persona que ha motivado que el Museo tenga la cantidad de objetos que tiene. Se trata de Carlos Sanromà, el motor de este proyecto. Él, sin embargo, no quiere atribuirse todo el mérito ya que, entre otros, destaca «la gran ayuda que me han ofrecido al doctor Frederic Adan y Pepe Fragoso». Entre los tres, pero sobre todo con la insistencia y el trabajo de Sanromà, el Museo del Nàstic ha puesto los cimientos para convertirse en el nuevo templo de los nastiquers.

«En este Museo se pueden encontrar todo tipo de objetos relacionados con el Nàstic, pero no necesariamente con el fútbol», explica Sanromà, orgulloso de todo lo que hay en el espacio, ya que él ha participado desde el principio hasta el final. Un stick de hockey del año 1926 o una petición de 1905 para poder socio del Nàstic son algunos de los elementos que se encuentran. Esta petición, por ejemplo, era obligatoria, ya que «antes, tenías que venir al club acompañado de un socio si querías ser socio del Nàstic», explica Sanromà.

Desde un diario en el cual el título es «El Tarragona gana al Madrid en la Castellana» hasta un Més Tarragona donde se celebra el último ascenso del Nàstic a Primera División también lucen en una de las muchas vitrinas que se pueden ver en la segunda planta del inmueble, ya que la primera está destinada a la nueva Tienda del Nàstic.

Entrando en el Museo, lo primero que encuentra uno es la joya de la corona. De hecho, está ubicada entre la primera y la segunda planta, en las mismas escaleras. «Se trata de una bandera que tiene 91 años, y que es una gran reliquia», detalla Sanromà, a la vez que muestra la Copa Nacional de Liga de la temporada 1944-45.

Todo tipo de recuerdos

Pero no todo son trofeos. Camisetas y medias de Cinto López, una de las personas más importantes en la historia del deporte tarraconense, también muestran sus encantos en el Museo, igual que un cuadro de tamaño generoso (que aparece en una de las imágenes), que muestra el campo donde antes jugaba el Nàstic, ubicado en Estanislau Figueras. Fue el primer campo de fútbol donde jugó el Nàstic, aunque muchos ya no lo recuerden. Camisetas de jugadores de fútbol como Santi Coch, Ismael Banyeres, Romà Cunillera... Todo, para que un buen nastiquer salga satisfecho. De momento, no han hecho recuento de cuántas personas han visitado el Museo, aunque Carlos Sanromà se muestra muy satisfecho: «Siempre hay gente por el Museo, está viniendo bastante gente, y espero que el ritmo continúe así o que mejore». Es el deseo de Carlos Sanromà.

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