La intranscendència rompe la racha

No jugarse nada tiene puntos a favor y otros en contra. Tener el objetivo principal alcanzado permite a los clubs tranquilizarse, afrontar las últimas fechas sin la presión ni los nervios de tener que hacer el trabajo a última hora, cuando las prisas y la necesidad no siempre comportan el resultado esperado. La tranquilidad, sin embargo, no puede convertirse en relajación. El fútbol vive mucho de las sensaciones y, a pesar de haber conseguido la permanencia, cerrar el curso con mal sabor de boca por los resultados o la imagen dada pueden acabar pesando mucho.

El CF Reus constató, en Granada, fue un equipo que no se juega nada. Si bien es cierto que la plantilla y el cuerpo técnico se marcan pequeños objetivos a cumplir, el hecho de saber que el próximo curso continuarán en Segunda supone bajar una marcha. El conjunto andaluz, a pesar de que remotas, mantenía las esperanzas y la lucha para ser al playoff, y sus futbolistas afrontaron el duelo con más necesidad que los rojinegros. Un hecho del todo comprensible y respetable donante una ojeada a la clasificación. La derrota de los reusenses fue intranscendente, pero puso fin a la mejor dinámica del equipo este curso, uno de los pequeños objetivos que el conjunto podía luchar hasta el final de curso.

Granada rompió la racha de cinco partidos consecutivos sin perder. Tres victorias (Cádiz, Albacete y Barça B) y dos empates (Zaragoza y Tenerife) que habían supuesto 11 de los 15 puntos posibles; cinco goles a favor por dos en contra, con el añadido de haber encadenado dos victorias consecutivas por primera vez esta temporada.

Esta dinámica superaba la que el CF Reus encadenó entre en septiembre y en octubre, cuando sumó seis jornadas sin perder con cuatro empates y dos únicas victorias para sumar 10 de los 18 puntos que habían estado en juego. Esta racha supuso un partido más y un punto menos respecto de la que se rompió el sábado al Nuevo Los Cármenes.

El invicto y los 55 puntos

El principal objetivo marcado por el CF Reus en las ya dos jornadas que quedan es el de superar los 55 puntos del curso pasado. Los del Baix Camp acumulan 52, así que necesitan sumar, como mínimo, una victoria en las dos próximas fechas si quieren igualarlo, hecho que no cumpliría la meta de superar esta barrera.

Los hombres de Garai no tienen que buscar excusas para motivarse el próximo fin de semana. El Estadio Municipal vivirá el último duelo del curso contra el Córdoba. El orgullo y las ganas de enterrar el 5-0 encajado en la primera vuelta tendrían que ser motivo suficiente, más allá de la ambición y las ganas de poder despedirse de la afición con una victoria y mejorando las sensaciones dadas en Granada para que el regusto de la temporada sea todavía mejor.

El segundo objetivo es el de alargar el invicto en el Estadio y poder dejarlo en 9 partidos sin conocer la derrota. Así, se convertiría en el tercer equipo de la categoría con menos enfrentamientos perdidos en su estadio, empatado con el Tenerife. Sólo Huesca y Cádiz, con uno, habrían dejado escapar los tres puntos en menos ocasiones.