José Antonio Gordillo: entrenador del Gimnàstic de Tarragona
«Mi objetivo es hacer una buena temporada y crecer junto con el equipo»
El técnico, que continúa en el Nàstic, recuerda que a los 30 minutos del partido contra la Cultural, cuando el equipo perdía 0-2, «ya estaba pensando en qué cambios haría»
El Gimnàstic de Tarragona anunciará en las próximas horas que José Antonio Gordillo será el entrenador del club grana de cara a la próxima temporada. Después de lograr el difícil reto de la permanencia en Segunda A hace tan sólo cuatro días, el andaluz ya ejerce como técnico grana y tiene claro qué es lo que quiere y cuáles son los factores que han ayudado al Nàstic a continuar en la categoría de plata del fútbol español.
—Antes de todo, déjeme darle la enhorabuena por una permanencia en la cual no sé hasta qué punto Usted creía cuando llegó al Nàstic.
—Evidentemente, era un reto difícil, pero conocía la plantilla y entendía que se podía conseguir. Eran jugadores que habían ganado en campos importantes y, aunque el equipo se había mostrado irregular, creía que había opciones de mantener la categoría porque había nivel suficiente en la plantilla.
—¿Ha seguido en el Nàstic desde el comienzo de la temporada?
—Sí. He visto partidos en directo, otros me los he descargado y algunos los he visto por televisión. Pero sí, los he seguido.
—Y Usted que ha seguido tanto a esta plantilla, ¿no cree que podría haber aspirado a algo más?
—No te lo sabría decir, ya que ahora mismo es una situación muy complicada de valorar. Sí que creo que había plantilla para no pasar penurias.
—¿Qué se encontró Gordillo cuando llegó al vestuario?
—Pues muchas cosas. Además, era la semana en la cual se había marchado el director deportivo. Pero me encontré a un equipo con ganas de salir adelante, al cual le afectaba lo que estaba pasando. Sabían que tenían que sacar adelante un reto difícil y que tenían que sacar fuerzas de donde fuera.
—¿Hay alguno o algunos jugadores que lo hayan sorprendido positivamente o negativamente?
—En líneas generales, todos me han recibido muy bien. Han trabajado muy bien y lo han dejado todo en cada entrenamiento. Encontré un buen vestuario.
—Cuando a uno lo llaman a falta de tres partidos, ¿qué le pasa por la cabeza?
—En mi caso, me pasa por la cabeza que te llaman de tu casa, que era una oportunidad para mí, y que tenía que venir para ayudar.
—Me da la sensación que los planteamientos de José Antonio Gordillo son demasiado atrevidos, muy ofensivos. También lo son los cambios que ha hecho durante los partidos. ¿Era necesario tomar estos riesgos durante los enfrentamientos?
—Teníamos que ganar sí o sí. En mi primer partido, contra la Cultural, ya era una final. Teníamos que ganar fuera como fuera. En el segundo partido, también teníamos que sumar los tres puntos, ya que todos nuestros rivales habían vencido en la jornada anterior. Y, en el tercero, dependíamos de nosotros, pero también podíamos descender, pero teníamos que ganar para asegurarnos seguir en Segunda A. La ocasión requería que fuéramos ofensivos y que fuéramos a por los partidos. Además, este es el fútbol que a mí me gusta, yo lo entiendo así.
—En la media parte contra la Cultural, perdiendo 0-2, ¿veía al equipo en Segunda B?
—A partir del minuto 30, mi obligación era pensar qué cambios teníamos que hacer y qué mensaje teníamos que enviar al vestuario e intentar cambiar la situación. No me podía parar a pensar en nada negativo. Hicimos cambios, retocamos a nivel táctico el sistema defensivo, y el mensaje fue positivo hacia los jugadores, los cuales lo entendieron perfectamente. Ellos fueron los auténticos protagonistas de lo que pasó. Dijimos que teníamos que marcar un gol antes de los quince minutos de la segunda mitad, y lo conseguimos en el minuto 9.
—¿Había visto algo parecido? Cinco goles en aproximadamente media hora es un hito espectacular.
—No lo recuerdo. Sí que es verdad que en un partido como jugador del Castellón viví algo similar.
—Nos vamos a Huesca. Van al campo del líder y tienen que ganar. ¿Cómo lo hace Usted para explicar a unos jugadores que están tan cerca de la zona de descenso que sólo valen los tres puntos?
—Desde el primer día, hemos enviado mensajes positivos desde el cuerpo técnico. Estos son jugadores que han sido capaces de ganar en campos importantes de la categoría, han conseguido cosas grandes. El Huesca era un rival muy difícil, muy bueno, pero si defendíamos bien sabía que tendríamos opciones de ganar. La jugada del gol de Uche la trabajamos a lo largo de toda la semana.
—Y después llegó el Rayo...
—Sí. Quizás fue el partido de menor tensión. Nosotros nos encontrábamos en una buena situación en la clasificación, pero teníamos que ganar para asegurarnos la permanencia. Los dos goles fueron muy mañaneros, y nos dieron mucha confianza. Los jugadores han crecido mucho en estas tres semanas, y se notó.
—Se ha hablado mucho del tema de las apuestas, pero me gustaría saber cómo ha gestionado un entrenador esta circunstancia con los jugadores.
—Fue fácil, porque el vestuario estaba muy tranquilo en este aspecto, ya que no había ninguna duda de que no había absolutamente nada al respecto. El Consejo de Administración envió un mensaje claro y contundente, y nosotros lo hablamos de paso. Nos centramos en hablar del Rayo, y no le dimos importancia al tema.
—¿Gordillo seguirá como entrenador del Nàstic? ¿Qué quiere conseguir aquí?
—Eso espero. Quiero crecer aquí.
—¿Crecer significa subir a Primera División?
—Acostumbro a marcarme retos a corto plazo. Ha sido así desde niño. Mi objetivo es estar aquí la próxima temporada, hacer un buen campeonato y crecer junto con el equipo.
—¿Le ha representado un punto a favor ser una persona tan querida en Tarragona?
—Sí, mucho. Me ha ayudado, ya que me siento muy a gusto, muy cómodo. Ya conocía a la gente del club desde mi etapa como jugador. Santi Coch, Jordi Abella y Manolo Martínez han hecho un trabajo espectacular, ya que hemos trabajado muchas horas juntos. Todo el mundo me lo ha puesto todo muy fácil.
—¿Cree que fue excesiva la fiesta del sábado?
—Quizás sí, porque hemos celebrado que no hemos bajado de categoría. Ahora bien, entiendo a la gente, que ha sido una temporada muy difícil, de mucha tensión, y es normal que salga esta ilusión.
—La próxima temporada la plantilla cambiará. Le preguntaré por dos nombres: Jean Luc y Matilla, que acaban contrato. ¿Quiere que continúen?
—Tenemos que mirar la gente que acaba contrato, los que seguirán... Tiene que venir una persona para hacer de director deportivo y repasar la situación. Los dos han dado un buen rendimiento, pero hasta que no haya director deportivo, no diré nada.